La muerte, como la defecación, unen a la humanidad. Todo el mundo pasa por ella y los manuales de instrucciones para enfrentarse a la cuestión no siempre son útiles. De aquí sale el nuevo e impresionante espectáculo de Àlex Rigola que toma el título de un fragmento del monólogo de Hamlet, 'Aquest país no descobert que no deixa tornar de les seves fronteres cap dels seus viatgers'.
Se trata de una creación incubada durante tiempo de donde brotan tanto unas lecciones del buen morir, como una catarsis para alcanzar el duelo. Y todo está basado en hechos reales. Una agonía y muerte real que nos acerca la protagonista superviviente de la historia. La historia de Josep Pujol i Andreu, catedrático de Historia Económica, y su hija, la actriz Alba Pujol. Josep se enfrenta a la última fase de la quimioterapia por un cáncer de pulmón. Y es él quien habla en la voz de Pep Cruz respondiendo a cuestiones sobre la existencia humana y otros temas menos profundos que durante el trayecto final le planteó el director con la complicidad de la hija que le acompañó en el camino y que ahora lo revive.Un trayecto que rehuye el dramatismo en busca de la armonía para dejar este mundo e incluso con apuntes de humor. Brillante.
Alba Pujol lo vive reprimiendo la emoción, el llanto que sale de la pérdida. No siempre lo consigue. Este es su duelo. Al mismo tiempo un reto insólito y una terapia. Un espacio blanco, una mesa y un ordenador son los únicos elementos de una propuesta tan sencilla como sobrecogedora que logra el reto de llenar de vida el último paso y que muestra el mejor Àlex Rigola.
Autoría y dirección: Àlex Rigola. Reparto: Alba Pujol y Pep Cruz.