La versión musical de la novela de Stephen King ha tenido algo de maldita desde el estreno en Londres en 1988 y el mismo año en Broadway, donde no duró ni veinte días. Al contrario que la película de Brian de Palma (1976), considerada un icono del cine de terror. Con libreto de Lawrence D. Cohen, guionista de la película, música de Michael Gore y letras de Dean Pitchford, la versión teatral es más sintética y esquemática. Uno de los retos es sin duda como escenificar la venganza de Carrie White gracias a su poder telequinético. Reto que la dirección de Ferran Guiu supera con nota sin necesidad de ningún efecto especial y utilizando sencillas convenciones teatrales.
Una dirección que hace de la austeridad (unas sillas y un armario son toda la escenografía) virtud para contar esta historia de bullying 'avant la lettre' gracias a un excelente movimiento de los intérpretes, la entrega y calidad vocal del amplísimo reparto (el más grande de los que se hacen y deshacen en Barcelona y que mejoraría aún más si cuidaran la dicción) y una dirección musical a la que pediríamos que rebajara el volumen de los teclados.
Música: Michael Gore. Letras: Dean Pitchford. Libreto: Lawrence D.Cohen. Adaptación: Marc Gómez Domènech. Coreografía: Xaro Campo. Dirección Musical: Joan Comaposada. Dirección: Ferran Guiu.