Capítulos I y II:
Para empezar, no está mal 'Dolors'. Sabe que quiere imitar y cómo hacerlo, teniendo en cuenta que trasladar a un teatro lo que funciona en la tele suele salir mal, sobre todo si hablamos de nuestro pequeño universo catalán. A menudo se arrastra público, pero a nivel artístico roza el aprobado. No hace falta poner ejemplos. Los dos primeros capítulos de 'Dolors', sin embargo, apuntan maneras. Tenemos la historia de una inventora (Meritxell Yanes), la que pone el título a la serie, que se saca del sombrero una herramienta para eliminar el dolor de regla, su compañera de piso (Gemma Martínez) que la quiere ayudar y un tercero en discordia (Enric Cambray) que puede hacer posible que la innovación de Dolors tenga éxito. Todo suena muy 'Plats bruts', en la gesticulación de los actores, en el estilo, pero eso no es malo. Sales del teatro con ganas de ver los capítulos siguientes.
La serie ideada por Yanes y escrita por Sergi Belbel, Cristina Clemente y Eulàlia Carrillo pone sobre la mesa un machismo arraigado: ellos lo tienen todo a favor para triunfar. No descubre nada nuevo... A menudo le sobran tópicos, buscar que el público se ría con los lugares comunes. Pero el final del segundo capítulo nos hace intuir un cambio de registro, un camino nuevo. Y quizás me habrá gustado ver cómo ha empezado todo.
Idea original: Meritxell Yanes. Dramaturgia y dirección: Sergi Belbel, Cristina Clemente y Eulàlia Carrillo. Intérpretes: Enric Cambray, Gemma Martínez y Meritxell Yanes.