De la veneración evangelizadora de Evita en Nou Barris al espectacular corte de mangas a la cultura domesticada y dirigida de Rusiñol. Un largo viaje del Espai Brossa a la Sala Gran del Teatre Nacional de Catalunya. El viaje musical de Jordi Prat i Coll. El director de 'Liceistes i cruzados' ha transformado 'Els Jocs Florals de Canprosa', la polémica comedia en un acto de Santiago Rusiñol de 1902, en una irónica mascarada sobre la catalanidad. Espectacular broma -con más de treinta artistas en escena- rebosante de ideas, detalles, hallazgos escénicos y espectaculares interpretaciones: ¡qué grandes la Boladeras, la Moliner y el Genís!
Quizá la controvertida sátira sobre los concursos poéticos de Rusiñol queda en exceso troceada y dispersa entre los magníficos números musicales y las ingeniosas intervenciones dramatúrgicas cosecha del director -conectadas con el corazón iconoclasta de estética centroeuropea-, pero el conjunto es arrollador, potente, hilarante hasta decir basta; con efecto detox para sobreponerse al delirante mundo exterior, algo que se agradece y se aplaude en un teatro nacional.
Autoría: Santiago Rusiñol. Adaptación y dirección: Jordi Prat i Coll. Con: Clara Altarriba, David Anguera, Albert Ausellé, Rosa Boladeras, Jordi Coll, Ana Domínguez, Francesc Ferrer, Oriol Genís, Àngels Gonyalons, Oriol Guinart, Jordi Llordella, Anna Moliner, Albert Mora, Albert Pérez, Mireia Piferrer, Kathy Sey i Yolanda Sey. Músics: Joan Aguiar, Dani Espasa, Gregori Ferrer, Martí Hosta, Xavier Lozano, Dick Them. Cor: Lorena García, Oriol Guimerà, Mariona Llobera, Alba Quinquillà, Queralt Sales, Víctor Vilca.