Por más que los impresentables de Vox y sus deplorables aliados del PP rechacen la merecida reparación que merecen las familias de todos aquellos desaparecidos, fusilados y sepultados por el franquismo en las aceras de los caminos hay que levantar la voz una y otra vez. Y esta es la intención de Carla Rovira en su último espectáculo. Rovira asume así la voz de una generación que ya no tiene miedo de hablar de aquellos muertos, que quiere conocer y quiere que se conozca lo que pasó y que al fin todos los huesos enterrados clandestinamente encuentren el afecto de los familiares.
Y lo hace porque tuvo un tío de 23 años fusilado tras un ignominioso consejo de guerra donde la mentira y la falacia se juntaron para hacer efectiva la venganza. Rovira ha hecho una dramaturgia con inteligentes roturas dramáticas y ligando la historia en las relaciones familiares, a la madre en particular, e incluso en la misma realización del espectáculo. Un exceso donde 'Màtria' pierde en intensidad e interés. Tampoco ayuda un espacio central circular que dificulta la recepción.
Dramaturgia y dirección: Carla Rovira Pitarch. Intérpretes: Marc Naya Diaz, Angela Pitarch Isart, Ramon Bonvehí Rosich, Laura Blanch Bigas, Carla Rovira Pitarch.