Un hombre sale de prisión y descubre –tras años de condena por terrorismo– que la esposa que creía muerta vive y que existe un hijo en común, ahora ya adulto. Este es sólo una parte del conflicto de 'Ofici de tenebres', drama del periodista político Joan Rusiñol.
No es un texto de un autor novel, pero hay evidencias de esa ansiedad natural por reafirmarse de los dramaturgos que empiezan, en exceso conscientes de la responsabilidad de la ficción, especialmente cuando tocan cuestiones sensibles. Un ejemplo: la competencia entre los personajes por incorporar al cauce dramático central sus crisis personales (problemas de pareja, enfermedades, incompatibilidades laborales). Otro: la tendencia de elevar cada frase a perfecta sentencia moral. Tan excelsos en sus pensamientos que abandonan el vestido de su individualidad para transformarse en un coro de la voz del creador.
Joan Anguera trata con su dirección de retornarles cierta humana imperfección, hasta llegar a una buena sinfonía interpretativa en el clímax de la escena final, cuando se reúne el quinteto protagonista y sus dilemas éticos.
Autor: Joan Rusiñol. Dirección: Joan Anguera. Intérpretes: Paula Blanco, Pep Ferrer, Albert Prat y Fina Rius. Colaboración especial: Ivan Benet.