Dirección e iluminación: Adrià Aubert. Traducción: Salvador Oliva. Adaptació: Adrià Aubert i Ariadna Pastor. Con: Laura Aubert, Núria Cuyàs, Ricard Farré, Ariadna Pastor, Laura Pau, Lluna Pindado, Àlvar Triay.
Let’s party! Ese podría haber sido el grito de guerra final de los Pirates Teatre una vez acabada la tormenta de ideas y decidir qué hacer con 'El somni d’una nit d’estiu' de Shakespeare. Frente a todas las opciones posibles que ofrece un texto con más capas que una cebolla, Adrià Aubert ha escogido la primera de todas, la que más en contacto está con la tierra y se ha montado un auténtico carnaval. Una Saturnalia para respetar las convenciones míticas de la obra. Una celebración compartida con el público. Y podrían tener como invitados a los compañeros de Parking Shakespeare, tan cercanos en este montaje a su mensaje de un teatro popular, festivo y directo.
Pirates va un poco más allá y casi entran en el reino del 'nonsense', de la sorpresa en los códigos estéticos, mezclados en un divertido caos, que cambian a fondo el retrato y la personalidad de los personajes. Los cuatro enamorados (o no) son como protagonistas de una comedia teen de los ochenta; los rústicos son una muestra del precariado actoral de la Barcelona de ahora mismo; el rey y la reina de las hadas son dos figurines de moda- ella todo New Look, él dandy excéntrico-; Puck es toda una mujer -uno de las sorpresas de dramaturgia más interesantes-, fashionista setentera, y las hadas son criaturas indescifrables, extrañas coristas 'camp' salidas de la imaginación psicodélica de Jim Sharman. Un festín visual.
Un alegre desfile con una clara apuesta por sacar todo el potencial cómico al texto. Olvídense de lecturas profundas o mágicas. Este es el mundo de los rústicos y su teatro amateur. Aupados como nunca a roba-escenas. Aquí nada tienen que hacer el amor, los celos o las pócimas. La gresca -con música- está en cómo montar un 'Romeo y Julieta'.