¡Sorteamos un fin de semana en Temporada Alta!

El nuevo espectáculo del inclasificable creador Roger Bernat invita a los espectadores a construir su propio relato sobre el Estado Islámico. Lo hace a través de conversaciones reales de los combatientes ubicados en Síria con sus familiares, en el año 2012. Al entrar en la Sala La Planeta, el espectador recibe unos auriculares sin hilos que le permiten conectarse con tres canales diferentes. Y en función de qué canal se decida seguir en cada momento, cada uno construirá su propio relato de lo que está pasando en la escena. Una propuesta innovadora que, si ganas el concurso, podrás ver el sábado 25 de noviembre a las 20,30.

La prestigiosa directora escénica brasileña Christiane Jatahy se ha inspirado en el ‘Macbeth’ de Shakespeare a la hora de hacer esta pieza, que mezcla teatro y cine. En esta performance, el escenario deja de serlo y se transforma en una galería de arte donde se ofrece un ‘vernissage’, un espacio inmersivo desde donde cuestionar los poderes que controlan nuestras vidas. Solo habrá tres ocasiones de ver ‘A floresta que anda (El bosc que camina)’ en el Teatre Municipal de Girona y el ganador de este premio lo podrá hacer de forma privilegiada el domingo 26 de noviembre a las 16,30.

En pleno corazón de Girona este es uno de aquellos restaurantes con encanto que hay que conocer. Tiene diferentes espacios y ambientes que comparten elegancia y calor de hogar y que, a la vez, se distinguen entre ellos por adecuarse a diferentes momentos especiales, y los jardines que le dan nombre forman un rincón íntimo donde se puede cenar o tomar el café rodeado de vegetación. Su cocina se caracteriza por dar prioridad al producto de temporada, que se transforma bajo recetas tradicionales tocadas con inspiración vanguardista.

El estudio Muralla de Girona de Girorooms, situado delante de la Casa Masó, es un loft ideal para dos personas desde donde resulta muy fácil visitar el barrio Vell. Además, al acceder se puede contemplar la piedra original de la muralla de Girona y, una vez dentro, hay un balcón desde donde se puede contemplar y vivir el ambiente de la calle Ballesteries. El espacio es cómodo y está decorado de forma moderna y a la vez funcional para hacer que os sintáis como en casa.