Autora y dirección: Carol López. Con: Nausicaa Bonnín y Isak Férriz.
Carol López presentó un embrión de esta obra en el torneo de dramaturgia del festival Temporada Alta 2013. No ganó, pero un actor, Marcel Borràs, le aconsejó que viera la serie 'Twin Peaks'. Y a ella le gustó mucho. El referente de la serie de David Lynch y su Laura Palmer es lo más pequeño de esta obra donde asoman la Carrie Matthison de 'Homeland' mezclada con el James McNulty de 'The Wire'.
'Sunday morning' comienza con aires de serie policíaca con pretensiones de humor de los hermanos Coen. De aquí que se sirva de tópicos del género como el día lluvioso, un presunto asesino en serie, café malo y tecnología anticuada. Gira entonces y camina hacia la comedia de situación a la manera argentina encadenando gags, no siempre eficaces, y termina con comedia romántica siguiendo los deseos de la letra de la canción de la Velvet Underground.
En la obra, Anna (Nausicaa Bonnín) dice algo como "el argumento gira tanto que no se hace creíble". Y a la puesta en escena de Carol López le pasa esto. La autora y directora quería jugar con las series. Con los temas y los perfiles de los personajes. Tenía la intención de subvertir todo esto y destilar risas satisfechas. Pero nos parece que la broma no funciona. No hay tensión y la intriga es inverosímil. Hay un problema de ritmo, de diálogos y, sobre todo, de personajes (¡caramba!, son tres problemas). Están vacíos y se ve. Un problema que, lógicamente, contamina de arriba abajo las interpretaciones. Bonnín y Isak Ferriz hacen lo que pueden para vestirlos, para creer, pero sólo consiguen rescatar algunas sonrisas y se impone la inanidad. Lo más sintonizado es quien menos papel tiene. Para él son los mejores risas. Y no sale en los créditos.