Yerma

De Federico García Lorca. Dirección: Marc Chornet. Con: Alba José, Martí Salvat, Xavier Torra, Ariadna Fígols, Isabel Soriano, Roser Tàpias, Cristina López.

Yerma hace 24 meses que se casó, por obligación, y no tiene hijos. Su marido la cubre pero no le da el fuego con el que se reúne el cielo y la tierra. Y ella no sabe muy bien ni si la quiere. Yerma sufre por no hacer realidad su sueño, por lo único que da sentido, piensa, a la vida de las mujeres: criar a los hijos. Es una mujer triste, como le dice el pastor Victor. La relación entre ella y Juan, su marido, está, pues, sometida por este anhelo que condiciona las actitudes y que, al fin, pensamos, puede explicar la reacción final de ella que de otro modo resulta demasiado abrupta y impostada. Yerma está seca y es la tragedia la que anida en su vientre desde el principio.

March Chornet, leyó el texto de Lorca con demasiada ligereza y afabilidad, incluso alegría, y con algún anacronismo innecesario como el del móvil con el que habla con la hechicera que rompe la verosimilitud. De hecho, al inicio de esta función cualquiera diría que Yerma y Juan son una pareja feliz. ¿Y lo son? Nos parece mucho que no. Diría que la lectura de Chornet, con un elenco joven y entregado, funciona más sobre el desarrollo del argumento, como si fuéramos ante la recapitulación de lo que los franceses llaman 'faits divers', que sobre la música de la palabra, sobre la hipnótica poesía de Lorca.

Es cierto que la historia fluye y que las escenas corales están bien resueltas, lo es también que la función mejora a partir de que Yerma expresa la profundidad de su tristeza, la impotencia de su fracaso vital, y también que Alba José compone una atractiva y vital Yerma que crece así que avanza la función en un conjunto de correctas interpretaciones con algunos excesos de gesticulación.