Fame, de Estrella Justo –quien antes abrió el selecto colmado gallego Ego Galego– está dedicada en exclusiva a la empanada gallega. Y reivindica este clásico del norte como cocina popular de alta calidad. Aquí no hay lugar para empanadas tristes de gasolinera: las piezas –elaboradas por un artesano en Galicia con producto local, desde la harina hasta la cebolla– tienen corteza crujiente, corazón jugoso y rellenos que se cocinan antes de entrar en la masa, para que no repitan ni resulten pesados. De bonito (¡no atún!), bacalao con pasas, de caldo gallego o incluso de calçots con romesco: la carta cambia con las estaciones y suena como un himno de fiesta mayor con acento atlántico.
Justo no abrió Fame por nostalgia, sino porque "queremos servir la empanada de mayor calidad de Barcelona", y no le falta razón: es la única tienda especializada de la ciudad, y eleva la empanada al estatus de ‘slow food’ disfrazado de comida para llevar. A ocho euros los 400 gramos, es un táper excelente y pedagógico: la empanada gallega no se calienta. Te llevas una comida entera con acento gallego y cargada de dignidad culinaria. Y si aún dudas, un café de especialidad a dos euros te redondea la excusa para hacer parada. Fame significa "hambre" en gallego, por cierto.