La Cantonada Forn & Pastisseria

En 1890 abrió el Horno de la Santa Creu y Sant Pau y funcionó con este nombre hasta 1992, cuando se cambió por el actual. Veinticuatro años después de este cambio, Carlos G. Plaza dejó su trabajo en el sector de la comunicación para formarse en Hofmann y convertirse en panadero y pastelero, al igual que su padre. Primera decisión acertada. Cogió las riendas de La Cantonada y le añadió la parte de pastelería. Segunda decisión acertada. A pesar de tener siempre un pie a la tradición, Carlos hace piruetas inventivas y alocadas que hace que se diferencie de la clásica bollería y pastelería de barrio. Tercera decisión acertada. Tiene un catálogo de treinta croissants diferentes, de 'banoffee' a 'lemon pie', pasando por el de calçots. Sí, sí, de calçots. También ofrece una buena variedad de pasteles; de queso, zanahoria, selva negra, massini, sacher... Pero a todos les da el giro "Plaza", marca de la casa. Los panes están a la altura del resto de la oferta. Los elabora con harinas de primera calidad, especiales, integrales 100%, ecológicas, en piedra y de masa madre.