En el corazón del Gòtic, enmarcada por dos grandes puertas pintadas de flores, encontrarás la entrada de Momo, una tienda de artesanías japonesas. Kaori quiso emprender este pequeño local para llevar un pedazo de Japón a Barcelona porque sentía que a la ciudad le faltaba la cerámica de su país con la que cocinan y comen. La armonía y la belleza de los platos es esencial para la alimentación de los japoneses, porque qué comen y cómo lo hacen siempre va acompañado de su gastronomía. Por eso, todo en Momo es de un detalle y preciosismo que mientras pasees por él te parecerá que caminas por un museo.
Decoración, pendientes, vajilla, ropa... En ella puedes encontrar desde elementos de la artesanía más tradicional, como los daruma, figuras votivas zen, hasta todo bags de estampado japonés modernizado, así como cuencos y platillos con dibujos de conejos o gatitos kawaii, que la propia propietaria decora.