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Beardsley es un sinónimo de Navidad, y de clásico. Durante 39 años hicieron llegar a Barcelona los adornos típicos de las ferias de Navidad europeas y, aunque la tienda cerró, su espíritu y catálogo quieren reaparecer cada campaña allí donde se hicieron populares. Están instalados en los bajos de la tienda Salmon 2000, presididos por un gran árbol, y los protagonistas y reclamos son los de siempre: casitas con luz, la decoración para el árbol y las bolas de nieve, bien hipnóticas.