De castillo en castillo

El primer ascenso lo hacemos al Castillo de Claramunt, situado estratégicamente para dominar el punto donde el desfiladero del río Anoia se abre a la cuenca de Òdena. Se tienen referencias de él desde el siglo X, y mil años más tarde se reformó a fondo, haciendo de esta fortaleza un lugar ideal para descubrir cómo eran aquellas magnas construcciones. Veremos las diferentes estancias, las torres defensivas, las murallas escalonadas, y la iglesia de Santa María, de factura románica. ¡La caminata, de una media hora de duración desde el centro de La Pobla de Claramunt, quedará del todo recompensada!

El castillo de la población, muy conocida por su popular mercado semanal, lo encontramos en la parte alta, en un lugar estratégico de control de dos vías de comunicación: la una de norte a sur que comunicaba el norte de Cataluña con una conexión a la Vía Augusta, la otra de este a oeste enlazando la Segarra y las tierras de Lleida con la Cataluña central. Su construcción, en el siglo XI, hay que situarla en un contexto de repoblación del territorio. Destaca por su forma poligonal, con cinco lados y ángulos redondeados. Si queréis conocer su interior, sabed que las visitas guiadas se llevan a cabo el primer sábado de mes por la mañana y son gratis.

Nos vamos ahora hasta Santa Margarita de Montbui, donde, al final de la cordillera de Miralles - Queralt, encontramos el Castillo de Montbui entre un conjunto románico de los siglos X-XI. Veréis la iglesia de Santa María de Gracia y la torre de defensa, además de unas panorámicas espectaculares en un entorno de gran belleza natural.

Nos situamos en los límites con la comarca de la Conca de Barberà, en Sant Martí de Tous. Aquí, una fenomenal fortaleza - bastante restaurada, cierto - preside el pueblo y los entornos. Es el Castillo de Tous. Si bien la familia con este apellido dejó de vivir aquí hace más de cinco siglos, el castillo ha mantenido el nombre y dio el topónimo a la población que tiene a sus pies. Hoy es una residencia privada, pero abierta a visitas en días concretos o bien concertadas. El lugar no os dejará indiferentes, por su larga historia - ya Wifredo el Velloso y el abad Oliba pasearon por sus habitaciones -, y además es motivo de varias leyendas. No es extraño que desde el año 2010, en el mes de julio, se lleve a cabo en estas tierras el Festival de Leyendas de Cataluña (FESLLECAT).

Terminamos la escapada en el Castillo de Boixadors, edificio que aparece documentado por primera vez en el año 1015. Se encuentra en el término municipal de Sant Pere Sallavinera. Del siglo XV hasta el XIX formó parte de la baronía de los Boixadors, bajo el poder de una misma familia. De nuevo, las vistas que contemplamos son fantásticas, sobre la meseta de Calaf y rodeados de sierras, valles y arroyos. Pedid de hacer una visita guiada, y disfrutad de una de las cunas de la comarca.

Encontraréis más información de estos y otros castillos del Anoia a través de la APP Anoia, Terra de Castells.