Los faros más bonitos de España para hacer una escapada

Es el faro más occidental de Europa continental y está ubicado en plena Costa da Morte, en el cabo Finesterre, o Fisterra, cuyo nombre viene de Finis Terrae, ya que durante mucho tiempo este punto fue el territorio más al oeste  del mundo conocido, por lo que se consideraba eso, el fin del mundo. Se construyó a mediados del siglo XIX para alertar del peligro de esta costa a las numerosas embarcaciones que pasan por aquí. A pocos metros, un edificio destinado a emitir señales para la marina de guerra es hoy un albergue lleno de encanto, por lo que si te apetece puedes dormir junto a un faro en el fin del mundo. 

Dentro del Parque Natural del Cap de Creus, en la parte más oriental de la península ibérica, encontrarás este otro faro desde el que hay unas vistas impresionantes. Lleva en funcionamiento desde el mismo año que el de Finisterre, 1853. Por su ubicación estratégica fue inutilizado durante la Guerra Civil pero desde hace tiempo ha vuelto a recuperar su función, alertando a los barcos que navegan por esta dura costa azotada por la tramontana y el levante. Ahora alberga una oficina de información sobre el parque natural y un restaurante.

Este es otro de los faros míticos de nuestro país.  El lugar donde está ubicado, el Cabo Formentor, fue siempre un enclave salvaje, agreste y alejado, por lo que ha atraído a todo tipo de artistas. Dicen los mallorquines que en este punto “se encuentran todos los vientos” y es que por aquí soplan de lo lindo las corrientes que se generan desde todos los rincones del Mediterráneo. Si le faltaba algún atractivo, la carretera que se construyó para poder construirlo pone la guinda. La llaman Sa Calobra, la Culebra, y te puedes imaginar por qué: es un recorrido zigzagueante, lleno de curvas cerradas en mitad de un hipnótico paisaje de roca y acantilados.

Con su torre cilíndrica pintada a franjas rojas y blancas, en el último resquicio de tierra firme del extremo noroccidental de Tenerife, el faro de Punta Teno es uno de los más pintorescos de este recorrido. Punta Teno es una zona de difícil acceso, prácticamente despoblada pero con una extraordinaria biodiversidad natural. El paisaje primigenio de lava roja y negra, salpicado de líquenes, tabaibas y cardones, con rudas explanadas y escarpes no puede ser más épico. Un pequeño camino lleva hasta el faro. Desde allí podrás contemplar una de las mejores vistas de los acantilados de Los Gigantes, con sus 600 metros de pared rocosa desplomándose en el mar. Y, si te esperas hasta el final de la tarde, antes de que se encienda la luz del faro, asistirás a otro espectáculo lumínico: el de la puesta de sol.

El atardecer desde el faro de Trafalgar tampoco tiene desperdicio: una playa inmensa de arena dorada, las aguas del Estrecho, el viento y un horizonte inmenso. La torre blanca de este faro gaditano atrae todas las miradas ya desde tierra, pues es como un oasis en mitad de las dunas. Por este lugar pasaron fenicios, romanos y árabes, y en estas aguas tuvo lugar la famosa batalla de Trafalgar, que acabó con numerosos navíos en el fondo del mar. El faro puede visitarse, contacta con la oficina de turismo de Barbate para informarte.