El olor a jabón y a cera, procedente de algunas obras de Tito Pérez Mora, impregnan la curiosa sala de la Fundación Ortega Marañón. Este espacio estaba ocupado hace años por los dormitorios, lavandería y comedor de la Residencia de Señoritas. Ahora las piezas de Pérez Mora parecen recuperar la memoria de estas paredes mediante dibujos e instalaciones que reflexionan sobre lo doméstico y lo íntimo.
El artista indaga en esta exposición sobre la cotidianeidad de las rutinas diarias y cómo en ellas se puede encontrar un refugio, único para cada persona y familia, pero que, a la vez, comparte formas y haceres comunes.
Pérez Mora nos invita a pensar sobre la belleza de la imperfección de un hogar habitado
La espectacular instalación '366/2020' muestra 366 dibujos –uno por cada día de 2020– realizados a oscuras, con la mano izquierda, o de cualquier forma que obligase a cambiar la manera de mirar un acto cotidiano para el artista como es dibujar. Para preservar estos dibujos el artista los ha bañado en cera, al igual que la camisa de su mujer o una servilleta usada, souvenirs emocionales que el artista nos ofrece para que conozcamos como 'turistas-voyeurs' la privacidad de su casa.
Las tareas domésticas y su papel clave en el hogar, junto con su aparente intrascendencia, se materializan en 'Pilar,' una instalación realizada con las clásicas pastillas de jabón Lagarto y que pone de manifiesto la formación en arquitectura de Pérez Mora.
'Después de antes' nos acerca la intimidad de una casa que no conocemos
En 'Paisaje doméstico NCS (12 blancos)', y la cercana instalación sin título de sábanas y toallas, Pérez Mora nos invita a pensar sobre la belleza de la imperfección de un hogar habitado: una casa en la que no existe un blanco puro es una casa vivida, donde se cuida, se comparte, se habla y se ama.
'Después de antes' nos acerca la intimidad de una casa que no conocemos, la del artista, pero que nos es familiar porque, de alguna manera, también es la nuestra.