El Museo de América propone un viaje visual por las primeras seis décadas del siglo XX a través del objetivo de un grupo de fotógrafos que supieron capturar la esencia de la vida en el Cuzco de la época.
Estos artistas desarrollaron un estilo común caracterizado por el uso de telones pintados, la iluminación natural y la producción de imágenes con un marcado valor conmemorativo. La mayoría de las obras se conservan en soportes de vidrio con emulsión de gelatina, pensadas para ser entregadas como tarjetas de visita o formar parte de álbumes familiares.