El tren no ha dejado de asombrar con el paso de los siglos. Mayores y no tan mayores siguen admirando una de las grandes invenciones del hombre que democratizaron la felicidad de viajar. Todo eso y más ofrece una de las joyas de la rica oferta cultural madrileña. El Museo del Ferrocarril no cierra en verano y entre sus actividades gratuitas ofrece una para los más pequeños (de entre 6 y 12 años): "Destino Delicias"