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Madrid es una de las ciudades más importantes y visitadas del país, atrayendo a turistas tanto nacionales como internacionales. Y, a la hora de alojarse en la capital, son muchas las opciones disponibles, tales como hoteles, apartamentos o pisos turísticos, que precisamente han dado lugar a una nueva modificación del Plan General de Ordenación Urbana.

Entra en vigor el Plan RESIDE, una apuesta por la convivencia entre vecinos y visitantes
Tras ser publicado a lo largo de los próximos días en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, el Plan RESIDE llega con el objetivo de convertirse en una propuesta para proteger e incentivar el uso residencial en la ciudad y garantizar una oferta turística ordenada y legal que mejore la convivencia entre vecinos y visitantes. Así, el Ayuntamiento de Madrid no permitirá la operación de pisos turísticos en edificios residenciales, apostando por la concentración en bloques destinados íntegramente a la actividad turística.
El objetivo del nuevo plan es ofrecer un modelo donde los pisos turísticos puedan convivir con otras modalidades de alojamiento, respetando a los residentes, y recuperando e incrementando el parque de vivienda como uso residencial habitual en la zona central de la ciudad.
El Plan RESIDE actúa en dos ámbitos, como son el centro histórico, delimitado a vías como la avenida de la Reina Victoria, la glorieta de los Cuatro Caminos, la plaza de Manuel Becerra, la calle de Méndez Álvaro, la calle de Embajadores, la plaza de Legazpi, el parque de Madrid Río, la avenida de Manzanares, la cuesta de San Vicente, la plaza de Cristo Rey, la calle de Isaac Peral o el paseo de San Francisco de Sales, entre otras, al igual que el resto de la ciudad.

En el interior del perímetro del centro histórico, se establecerán directrices como la prohibición de pisos turísticos dispersos en edificios residenciales, la admisión de pisos turísticos sin limitaciones en edificios que no sean de uso residencial o, en edificios residenciales catalogados, ubicados en calles no terciarizadas, solo podrá cambiarse el uso a pisos turísticos en edificio exclusivo durante 15 años, con licencia directa ligada a la rehabilitación y restauración del edificio (posteriormente, volverá a tener uso residencial).
Por otra parte, en el exterior del centro histórico, se permite la implementación de pisos turísticos bajo las condiciones actuales, tanto en edificios completos como en viviendas dispersas que convivan con uso residencial. Entre las vías exteriores del centro, donde se prohíbe la transformación de locales en viviendas y pisos turísticos, se encuentra la calle de Bravo Murillo, la calle López de Hoyos, la calle de Alcalá o la avenida de Entrevías, entre otras.