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El histórico Dispensario Antituberculoso, un edificio singular abandonado desde hace más de dos décadas y declarado en ruina técnica desde el pasado 2022, volverá a la vida, y lo hará, de nuevo, como dentro de salud. Ubicado en pleno barrio de Salamanca, el antiguo edificio cuenta con unas fachadas de corte racionalista y neomudéjar, y fue levantado entre 1926 y 1928 por el arquitecto y librepensador español Amós Salvador Carreras, conocido por ser el autor de una nueva escuela de arquitectura sanitaria. Él es también el autor de otras joyas del patrimonio de Madrid, como la fábrica de la Perfumería Gal, en la calle Princesa, o la remodelación de la antigua fábrica de tabacos de la calle Embajadores, La Tabacalera.
Las obras de demolición del edificio (a excepción de las dos fachadas protegidas), que se encuentra en la calle Goya, 52 las está llevando a cabo la empresa especializada Rehabitec, que ya se ha ocupado de la restauración de otros edificios históricos. Este proyecto de remodelación consiste en el derribo del edificio principal, de 800 metros cuadrados distribuidos en tres plantas y un semisótano, con el objetivo de conservar y estabilizar las fachadas, sin afectar a los edificios colindantes.
Se prevé que las obras, que han arrancado este mismo mes de agosto, tengan una duración de cinco meses. Posteriormente, tal como nos ha confirmado Planifica Madrid, se licitará el proyecto y la construcción del nuevo centro de salud.