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Es el autor de obras tan clásicas como La gran ola de Kanagawa y las Treinta y seis vistas del monte Fuji, pero Katsushika Hokusai no sólo fue conocido por retratar su tierra natal. El pintor y grabador japonés también se especializó en shunga o "imágenes de primavera": estampas eróticas en las que se combinaban sensualidad con toques de humor. Ahora, esas obras quedan recopiladas entre páginas en una joya editorial.

El placer de sortear la censura
Bajo el título Hokusai. Shunga, la editorial Taschen publica un libro de tapa dura en estuche con cerca de 500 páginas en las se reúnen la obra erótica completa de Hokusai, grabados con los que eludió la censura para prosperar en la cultura urbana del periodo Edo. El tomo reúne ocho libros completos y series de grabados publicados entre 1786 y 1823, muchos acompañados de textos escritos por el propio artista.

Durante el Japón del periodo Edo (1603-1868), la sexualidad estaba aceptada como algo natural, en contraposición con la mojigatería de la Europa del siglo XVIII. Aunque en teoría el shunga estaba prohibido, en la práctica se toleraba y muchos artistas, como el propio Hokusai, cultivó el género sorteando la censura gubernamental. Las obras, además, se usaban para atraer la buena fortuna, ya que los samuráis solían llevarlas como taslimanes en combate.

Hokusai. Shunga: el maestro entre páginas
Sirvientas, esposas, amantes, voyeurs, pulpos... Hokusai. Shunga es una perspectiva entre páginas de las escenas más placenteras de Hokusai, ilustraciones en las que admirar otra faceta del gran maestro nipón que se puede adquirir en la página web de Taschen por 100 euros.