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Desde comer en el restaurante más antiguo del mundo hasta ver una película en el autocine más grande de Europa
Madrid es una ciudad única en muchos aspectos. No solo por ser la capital, sino también por su diversidad, sus monumentos únicos, la forma de vida de todos los que vivimos aquí y por la historia que ha dado forma a la urbe tal y como la conocemos hoy. Es por eso que hay muchas cosas que es imposible que hagáis en otro lado, desde pequeñas particularidades llenas de encanto, como tomar un cóctel a lo Ernest Hemingway hasta propuestas más obvias como visitar una residencia 'real'. ¿Cuántas habéis hecho ya?
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Es difícil no encontrar esta enorme iglesia, de varios niveles, entre la Puerta de Toledo y el Palacio Real. El sitio fue ocupado originalmente por un monasterio, según se dice fundado por San Francisco de Asís, que fue derribado en 1760 y en su lugar, entre 1761 y 1784, Francisco Cabezas y Francesco Sabatini construyeron este templo de estilo neoclásico. Más compleja fue la construcción de su espectacular cúpula, de 33 metros de diámetro y 72 de altura desde el suelo, la más grande de España.
Los madrileños no tenemos nada que envidiar a Sandy y Danny de ‘Grease’. Desde principios de 2017 nosotros también tenemos nuestro propio autocine, un espacio de 25.000 metros cuadrados y con capacidad de 350 plazas de aparcamiento que lo convierten en el más grande de Europa. Fruto del esfuerzo de cuatro jóvenes emprendedores, este autocine está situado en el distrito de Chamartín, cerca del Paseo de la Castellana, y tiene una pantalla gigante de 250 metros cuadrados.
El restaurante más antiguo del mundo (con un certificado firmado por Norris McWhirter para probarlo) sigue estando a la altura después de casi 300 años. A pesar de ser muy popular entre los turistas, sus grietas y recovecos suman creando un magnífico comedor, aunque a veces no quepa un alfiler. Famoso por sus asados, destacamos su cochinillo. Aunque el cordero y las almejas Botín también son excelentes. Y sí, Hemingway estuvo aquí.
La atracción más conocida (y una de las más importantes de Madrid) se ubica en un gigantesco edificio de estilo neoclásico cuya construcción inició Juan de Villanueva por encargo del rey Carlos III en 1785. Originalmente planificado como museo de ciencias naturales, en el momento de su inauguración, en 1819, su fin había cambiado: el Prado nació como museo de arte público (y fue uno de los primero en el mundo) para enseñar la colección de arte real.
El nuevo Zara de plaza de España no es solo una nueva tienda Inditex en la capital (eso no sería noticia), sino que se trata de la tienda Zara más grande del mundo abierta hasta la fecha. Y está, aquí en Madrid. Más de 7.700 metros cuadrados, divididos en cuatro plantas, y en los que, por primera vez, podremos comprar la línea cosmética de la compañía.
En el Parque del Oeste, a la altura de la Plaza de España, darás un salto en el tiempo y en el espacio que te llevará hasta el mismísmo Egipto. Ahí te encontrarás con el Templo de Debod, una estructura egipcia de 2.200 años de antigüedad dedicada a los dioses Amón e Isis. Fue enviado, bloque a bloque, por el Gobierno egipcio en 1968 en agradecimiento por la ayuda de España en la preservación de la presa de Asuán. El interior también se puede visitar.
El puro centro de Madrid y el kilómetro cero de todas las carreteras de España. En el siglo XVi, la Puerta del Sol era uno de los accesos de las afueras de la villa. Recibió este nombre por el sol que adornaba la puerta de entrada. Concebido como un paso ensanchado con un constante tránsito de personas, pronto se instalaron allí pequeños comerciantes que trataron de hacer negocio aprovechando el ir y venir de los madrileños.
La Torre de Cristal forma parte del complejo de las Cuatro Torres Business Area, situado en plena Castellana de Madrid, en el distrito Fuencarral-El Pardo. Con sus 249 metros y sus 52 plantas, es el edificio más alto de España. Se terminó de construir en 2009 y fue diseñada por el arquitecto César Pelli. Además de su impresionante fachada acristalada y su forma de diamante, uno de sus mayores atractivos es el jardín vertical de 600 metros cuadrados que alberga en su última planta.
Es el café literario más famoso de Madrid. Tras la Guerra Civil española se convirtió en un punto de encuentro entre los intelectuales de la época. Por sus inconfundibles mesas de mármol y su fresca terraza han pasado importantes figuras de nuestra historia cultural como Benito Pérez Galdós, Valle Inclán, Santiago Ramón y Cajal, Federico García Lorca, Agustín de Foxá, y más recientemente a famosos de todo tipo como Fernando Fernán Gómez, Truman Capote y Orson Welles, entre muchos otros.
Entre las estaciones de Iglesia y Bilbao, en la Línea 1, hay otra en la que se ha detenido el tiempo. Si quieres visitarla de verdad, la entrada está en la plaza de Chamberí. Y merece la pena: la estación se mantiene tal y como era en la primera mitad de siglo, y conserva varios carteles publicitarios de cerámica, tal y como fueron creados en la década de los 20.
Situado en San Martín de la Vega, el Parque Warner es un parque temático está dedicado por completo al cine de Hollywood. Desde los dibujos animados de los Looney Tunes hasta atracciones dedicadas a los superhéroes de la gran pantalla como Batman o Superman, cada una de sus 150 hectáreas están diseñadas para disfrutar en familia o con los amigos. Aquí se encuentra la torre de caída más alta del país con 115 metros de altura y llamada La Venganza del Enigma.
Edificado por encargo de Felipe V después de que el Alcázar se perdiera en un incendio en 1734, el Palacio Real se utiliza hoy en día muy poco por la Familia Real, por lo que muchas de sus 3.000 habitaciones se pueden visitar. Los arquitectos italianos Giambattista Sacchetti y Francesco Sabatini, principales responsables del diseño final, reflejaron en su construcción el gusto de los Borbones, con aportes del español Ventura Rodríguez.
Esta coctelería de decoración art decó aunque un poco desgastada sigue siendo una de las más veteranas y famosas de la ciudad. Aquí es donde Hemingway y otros corresponsales extranjeros de la época se refugiaban durante la Guerra Civil. Grace Kelly, Elizabeth Taylor y Ava Gadner, junto con casi todos los escritores, actores o artistas españoles de los últimos 60 años también han pasado por aquí.
La Gran Vía comienza en la calle Alcalá y termina en la Plaza de España, con una longitud total de 1,3 kilómetros. A lo largo de sus más de cien años de historia, ha recibido diferentes nombres en función del gobierno de turno, desde Avenida de la Unión Soviética durante la II República hasta Avenida de José Antonio, en honor a Primo de Rivera, fundador de la Falange Española. Hoy alberga además el paso de cebra más grande del país, que cuenta con más de 20 metros de ancho y une la calle Montera con Fuencarral.
Este edificio de vidrio y hierro forjado, que data de 1887 y que fue construido con motivo de la Exposición de las Islas Filipinas, es un espacio precioso y luminoso donde contemplar arte. Además, en un marco incomparable: en medio del Retiro, junto a un lago con patos, rodeado de naturaleza y buen rollo. Es una de las sedes del Museo Reina Sofía, que exhibe aquí a menudo grandes instalaciones, esculturas o piezas concebidas específicamente para el Palacio de Cristal. Su bonita cúpula mide cerca de 23 metros.
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