La principal arteria turística y comercial del centro de la capital comienza en la calle Alcalá y termina en la Plaza de España, con una longitud total de 1,3 kilómetros. A lo largo de sus más de cien años de historia, ha recibido diferentes nombres en función del gobierno de turno, desde Avenida de la Unión Soviética durante la II República hasta Avenida de José Antonio, en honor a Primo de Rivera, fundador de la Falange Española.
Durante la Guerra Civil española se la llamaba popularmente Avenida de los obuses por los proyectiles que acababan en sus aceras y edificios. Fue en 1981, durante la Transición española cuando se quedó definitivamente con el de Gran Vía. La calle albergó los primeros grandes almacenes de la ciudad, los Madrid-París, y desde hace décadas se ha convertido en el principal lugar de encuentro para disfrutar del ocio de la ciudad por la gran cantidad de cines, teatros, hoteles y tiendas que tiene.