La experiencia gastronómica única por la que escaparse a la Costa Brava este invierno

Del 20 de enero al 31 de marzo, todo lo que encontraréis en Palafrugell serán erizos. Hay muchas formas de disfrutar de su festival gastronómico y podréis escoger entre un montón de hoteles y restaurantes donde experimentar esta cita tan típica de invierno. De Palafrugell a Llafranc, Calella o Tamariu, existen infinidad de opciones que podéis descubrir al competo en la web de turismo de Palafrugell. Y para redondear todavía más los meses de La Garoinada, también podéis vivir el festival de una manera diferente... ¡en el mar! Tela Marinera ofrece una actividad de salida en velero por la costa, acompañada de una degustación de erizos y vinos de la DO Empordà. ¡Alucinaréis!

Si hablamos de alta cocina cuando mencionamos Girona y la Costa Brava, no podemos evitar recordar El Bulli y todo lo que aportó a la gastronomía mundial. Aunque cerró en 2011, su labor culinaria desarrollada por los cocineros Ferran Adrià y Albert Adrià sigue viva al 100% -recordemos la apertura en junio del lab expositivo elBulli 1846-. Es señal de innovación, de creatividad y de calidad y fue distinguido con tres estrellas por la Guía Michelin y considerado el mejor restaurante del mundo cuatro año. Su pasión por la alta cocina ha servido de inspiración para muchos otros restaurantes de la zona, como es el Celler de Can Roca en Girona, llevado por los hermanos Roca y conocido por sus versiones originales y vanguardistas del recetario tradicional catalán. Un must para los amantes de la cocina que también fue considerado el mejor del mundo en 2013 y 2015 y que tiene tres estrellas Michelin. Sin olvidar, por supuesto, el trío de restaurantes (Botic, Miramar y Les Cols) que presumen de doble estrella. En total, la Costa Brava reúne 18 estrellas Michelin. Encontrad la vuestra y disfrutad de su gran oferta gastronómica.

Las experiencias que podréis vivir son incontables. Hablamos de sabores que dejan un recuerdo imborrable en cualquiera de sus restaurantes, luzcan o no estrellas; hablamos de visitas a productores artesanales de quesos, cerveza, miel...; de rutas en bicicleta entre arrozales, viñedos y olivos; de museos y experiencias de turismo pesquero en los principales puertos de la costa mediterránea; o, en interior, de pueblos medievales con restos arquitectónicos que nos transportan a otras épocas.