1. Obra Fuenteovejuna. Foto: Pablo Lorente
    Obra Fuenteovejuna. Foto: Pablo Lorente
  2. Obra Fuenteovejuna. Foto: Pablo Lorente
    Obra Fuenteovejuna. Foto: Pablo Lorente
  3. Obra Fuenteovejuna. Foto: Pablo Lorente
    Obra Fuenteovejuna. Foto: Pablo Lorente

Reseña

Fuenteovejuna

4 de 5 estrellas
  • Teatro
  • Teatro de la Comedia, Madrid
  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

Con esta espectacular puesta en escena de uno de los títulos más célebres de nuestro teatro clásico arranca la primera temporada de esta nueva etapa de la Compañía Nacional de Teatro Clásico bajo la dirección de Laila Ripoll. Y esta apertura es también una declaración de intenciones: nunca antes una mujer había dirigido Fuenteovejuna en la institución pública que salvaguarda nuestra tradición teatral. Esa mujer pionera se llama Rakel Camacho, dueña de un universo poético particular, un universo creativo propio, excesivo y manierista, que le viene como anillo al dedo a esta pieza de Lope de Vega que se ha leído tradicionalmente de forma más condescendiente y convencional. En este caso, no se regatea con el espectador, se va a las claras a decir y pensar la violencia, sin miedo a la controversia. Pero más allá de eso, el montaje de Camacho es portentoso en cada detalle y una garantía de todo aquello que debe ser el teatro, dos horas de diversión y congoja, pensar y sentir, vibrar y asumir que solo vive en blan

Esta puesta en escena trasciende el concepto de adaptación, ya no hay una obra de teatro de hace 400 años con referencias estéticas contemporáneas, sino un mundo particular y único que se crea ex profeso para este montaje. Ahí tienen mucha culpa las diseñadoras de escenografía (Mónica Borromello) y vestuario (Rosa García Andújar), que hacen una propuesta muy llamativa y de gran efectividad, que no luciría tanto -valga la redundancia- sin la iluminación igualmente destacable de Pilar Valdelvira. Pero nada sería tan espectacular si no fuera por un elenco compacto y sin fisuras, muy en la onda espiritual de la propia obra (ya saben, Fuenteovejuna, todos a una). Quizás, por poner un pero, a ratos está el texto demasiado gritado, que parece que ciertas cosas rotundas y en verso sólo pudieran decirse gritando. Pero es una minucia en un trabajo actoral en general sobresaliente, rico en canciones y danzas, bien movido en colectivo, destacando en lo particular la facilidad de Chani Martín para encarnar el mal y la versatilidad de Alberto Velasco, que compone un personaje tierno sin caer en lo melifluo o superficial. Destacables también Jorge Kent y, sobre todo, Cristina Marín-Miró que encarna a Laurencia y que tiene un monólogo desnuda, tan fuerte como vulnerable, que te deja sin respiración.

Probablemente casi todo el mundo sabe que Fuenteovejuna va de un tirano baboso y odioso que expande su perfidia en un pueblo honrado de labradores que nada quiere saber de las guerras de los nobles y los reyes católicos (por cierto, caricaturizados y bien caricaturizados, que ya está bien de dejar las cosas en su sitio, que eso era imperativo de siglos anteriores y ya no cuela). Lo ideal, parecen expresar los habitantes de la villa cordobesa, es vivir tranquilos, juntos, divirtiéndose sin que vengan las cuitas del poder a jodernos la vida. Mucho resuena la obra en el hoy y ahora y mucho nos hace pensar en que estos nuevos tiranos que se nos aproximan quizás despierten a la bestia del pueblo, aunque luego se quejen de que somos violentos. Pero es que… todo tiene un límite y, después de todo, abajo somos muchos más. Cuidado.

Detalles

Dirección
Teatro de la Comedia
Principe, 14
Madrid
28012
Transporte
Antón Martín (M:L1), Sol (M:L1, L2, L3), Sevilla (M:L2) | Autobús: líneas 002, 5, 6, 15, 20, 26, 32, 50, 51, 53, 65, 150, M1, SE712, N25 y N26 | Sol (Cercanías:C3, C4, C4a y C4b)
Precio
Desde 12 €

Fechas y horas

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