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Mayumana Rumba

  • Teatro, Musical
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

4 de 5 estrellas

Dirección: Boaz Berman y Geri Berman. Director asociado: David Ottone (Yllana). Coreografías: Talia Bik. Intérprtes: Javier Guerra Abreu, María Ordóñez, Marcos Martínez, Redouan Senhaji, Bruno Gullo, Lucía Ambrosini, Alejandra García y Palmira Cardo, entre otros.

El nuevo show de Mayumana está hecho a base de canciones de Estopa. No es un musical con canciones de Estopa, aunque lo parezca, y he aquí el primer acierto de esta producción, no venderlo así. La compañía de origen israelí ha cuajado un espectáculo muy genuino valiéndose del ritmo y el buen rollo que desprenden las canciones de los hermanos Muñoz, que encajan a la perfección en la sinfonía de creatividad percutiva de los Mayumana. Todo esto además con un hilo conductor deudor de la imperecedera historia de Romeo y Julieta, o sea, la de dos enamorados que pertenecen a familias rivales. Con todos estos mimbres, el resultado es más que satisfactorio, uno sale enchufadísimo del teatro, contento y con ganas de golpear –con ritmo- todo lo que encuentra.

Y sí, a priori todos somos guays y modernos y decimos que, bueno, Estopa ni fu ni fa, pero al final todos nos terminamos sabiendo el 70 u 80 por ciento de los estribillos de sus canciones y, qué diablos, son dos tipos que suelen caerle bien a todo el mundo, por su espontaneidad, porque son como son y no se esconden. Ese espíritu está en el escenario. Todos sus hits van siendo interpretados (‘La raja de tu falda’, ‘Partiendo la pana’, ‘Como Camarón’…) en momentos más vibrantes y en otros, digamos, más románticos. La rumba, claro, es el estilo predominante, pero, tratándose de Mayumana, hay lugar para ritmos brasileros, africanos o del Oriente Próximo. Y con todo ello, cuando termina la función uno tiene la sensación de haber visto un espectáculo genuinamente español pero con vocación global. ‘El rey león’ y todos esos están muy bien, pero aquí hay un producto que bien vale eternizarse en la Gran Vía madrileña.

Unas palabras de reconocimiento, para terminar, para algunos miembros del elenco, empezando por Marcos Martínez, una especie de maestro de ceremonias que se mete al público en el bolsillo a las primeras de cambio con su dominio brutal del beatboxing. Y siguiendo con la pareja protagonista, interpretada por Javier Guerra Abreu y María Ordóñez (no hace mucho cantando en el Microteatro y ahora en plena Gran Vía, recogiendo los frutos de su inmenso talento). Del resto, todos increíbles cuando se trata de bailar, saltar y percutir. Me quedo con Palmira Cardo, gran percusionista, que lidera la batucada final que pone a todo el teatro en pie. Si tienes un mal día, no te lo pienses, que esto levanta a un muerto!!

Escrito por
Álvaro Vicente

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