Dónde comprar ramos de flores secas y preservadas en Madrid

Esta floristería es una de las últimas en instalarse en la calle Ruda, una de esas callejuelas semi escondidas del centro de Madrid que no deja de sorprendernos con cada nueva apertura. La floristería de Lorena (ex actriz formada como florista en Bourguignon Flores) lo tiene todo para llamar nuestra atención (y la de cualquiera que pase por allí). Y es que su 'garden style' conquista de un primer vistazo, un rollo muy silvestre, como recién cogido del campo, que va de maravilla con la estética recuperada de su local. Y el precio, cómo no, asequible.

Es un recién llegado al barrio de Salamanca, pero la historia de Fernando lleva escribiéndose más de 30 años: floristería familiar en Daimiel (Ciudad Real), dos tiendas (Las Camelias) en Alcorcón y un campeonato de España. Apasionado de los viajes (igual que Marta, su mano derecha desde hace más de 13 años), ha abierto este puente aéreo al centro, donde la temporada domina la paleta de colores. La identidad de esta boutique, la misma (flor cortada, plantas, decoración de eventos…), pero el concepto más “sofisticado y arriesgado”. Imposible no fijarse en los inmensos Ficus lyrata o Strelitzia (son tendencia), en los discretos arreglos de flores preservadas (favoritos de las novias) o en los preciosos maceteros. Marta los trae de Portugal o Venecia, adonde viaja a menudo en busca de inspiración. Y la encuentra.

Si hay una tienda donde las flores preservadas son protagonistas es en este local de la calle Noviciado, una suerte de comercio de toda la vida en el que conviven las flores con la alimentació a granel. Y es que, Florea (que antes estaba en la calle Ruda, muy cerca del Rastro) comparte espacio con Acre, el supermercado ecológico que parece sacado de otra época y otro lugar. Entre legumbres, leche fresca y pan de masa madre, conviven los ramos de flores de llamativos colores, capaces de atrapar de un solo vistazo a quien pasa por allí. Difícil resistirse a la tentación de llenar la casa de jarrones y arreglos de flores. 

En esta floristería de barrio están especializados en flores cortadas de temporada, plantas y composiciones florales en las que el eucalipto y la hortensia llaman poderosamente la atención, sobre todo en sus versiones preservadas (o liofilizadas). Y en su parte de atrás guardan un secreto que merece la pena descubrir...

Una pequeña boutique especializada en flor cortada, varas, limoniums y flores preservadas, cada día más solicitadas por los amantes de las flores, e idóneas para quienes no tienen mano para la jardinería. Estas no fallan. 

Entre puestos de frutas, carnes y verduras, brota una floristería inusual que hace cosas diferentes a las tradicionales, y eso nos ha encantado: esculturas efímeras con flores (siempre bajo pedido), "como si fueran obras de arte". Y no es la única especialización. Mario, su propietario (y ex diseñador floral de Loewe Flores) hace ramos inspirados en las luces del cielo a diferentes horas del día, y con ello compone tres tipos de ramos: amacecer, mediodía y atardecer. Creaciones igualmente únicas que envuelve en conos de papel vegetal, igual que se hacía antiguamente con las compras en los puestos de mercado. 

Al pasar por delante de esta floristería puedes llegar a no saber muy bien si quedarte a vivir allí, decorar tu casa igual o comparte unas flores que hace unos segundos no tenías ni en mente. Los colores, la disposición y el juego de la iluminación hacen que sea inevitable girarse para mirar y hasta quedarse parado ante esta pequeña tienda de Chamberí que atiende Julio de Flora. Además de arreglos para bodas, eventos y ocasiones especiales, han extendido su buen gusto en la decoración floral a la fachada de algún comercio del barrio.

Imposible pasar de largo el escaparate de esta floristería del barrio de Salamanca, la hermana chic del grupo Margarita se llama mi amor. Más de mil metros cuadrados de concept store en la que hay sitio para flores de temporada (más de 300 variedades), además de preservadas, secas y muchas plantas de interior y exterior. El sueño de cualquier apasionado que quiera montarse una 'urban jungle' en su salón. En la planta baja, un espacio diáfano para la organización de talleres, trabajos de decoración e interiorismo, y presentaciones de lo más exóticas.

Entrar en esta floristería es acercarse a algo parecido al edén. A la vegetación y flores, que suponemos que tendría aquel paraíso terrenal, se suma aquí un cielo azul, sí, dentro de la tienda, que no deja a nadie indiferente. ¿Te imaginas un jardín en el que ir seleccionado flores y creando tu propio ramo durante el paseo? Pues es algo así, añadiendo que incluso puedes hacerte con todos los accesorios necesarios para el cuidado de plantas y flores y hasta acompañar el ramo con velas perfumadas con esencia pura. 

Esta floristería es online, no tiene tienda física pero sí un taller maravilloso en el norte de la Comunidad donde confecciona sus preciosas creaciones y donde imparte cursos a quienes quieran aprender más sobre flores frescas, secas y preservadas. Como su propio nombre indica, es una marca que se dio a conocer por sus columpios de flores y madera para colgar, una manera original de presentar sus ramos y centros florales de estética muy natural y silvestre. En ocasiones utilizan latas de conservas vintages o cajas de madera que les da a sus creaciones un toque muy hygge. Y es una de las floristerías imprescindibles en citas tan apetecibles como el Mercado de las Flores que se organiza dos veces al año en Madrid.