Japonisme
Yo me pongo una coleta alta y ya me siento como Toshiro Mifune soltando gritos de guerra con el sable y la bandolera a la espalda por aquellos bosques de las películas de Kurosawa. De eso se trata, de que sintáis un poco la llamada de vuestros genes nipones. Sí, lo habéis leído bien: genes nipones. La nueva exposición del CaixaForum, en danza durante todo el verano, pretende enseñarnos que las relaciones entre el arte catalán y las costas del norte del Pacífico son mucho más estrechas de lo que imagináis. Artigas, Miró y Dalí, entre muchos otros, no lo escondieron: ellos tenían sangre japonesa. Siempre he sospechado que lo del huevo que baila en el patio de la catedral anticipaba el boom del tamagotchi. En versión analógica, claro.