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5 expos para el mes de agosto

Os recordamos cuáles son los museos que tenéis que visitar antes de que acaben las vacaciones

Escrito por
Time Out Barcelona Editors
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Cerramos temporada. De galerías, no queda casi ninguna que mantenga la persiana levantada, y los museos se cubren las espaldas con una buena exposición que los mantendrá los índices de visitas durante el mes de agosto. Las hay buenas, interesantes, atrevidas y algunas incluso son imprescindibles. Estas, las tenéis listadas a continuación.

Japonisme

Yo me pongo una coleta alta y ya me siento como Toshiro Mifune soltando gritos de guerra con el sable y la bandolera a la espalda por aquellos bosques de las películas de Kurosawa. De eso se trata, de que sintáis un poco la llamada de vuestros genes nipones. Sí, lo habéis leído bien: genes nipones. La nueva exposición del CaixaForum, en danza durante todo el verano, pretende enseñarnos que las relaciones entre el arte catalán y las costas del norte del Pacífico son mucho más estrechas de lo que imagináis. Artigas, Miró y Dalí, entre muchos otros, no lo escondieron: ellos tenían sangre japonesa. Siempre he sospechado que lo del huevo que baila en el patio de la catedral anticipaba el boom del tamagotchi. En versión analógica, claro.

Yo, Picasso

Yo, Picasso

Fui a verla y me sentí como Blancanieves sufriendo el acoso de las criaturas del bosque en plena noche. Que te miren fijamente intimida, pero si los ojos que te desafían son los de Pablo Picasso, la situación tiene un extra de miedo. Súmese el factor sorpresa: yo no era consciente de que el maestro malagueño se había prodigado tanto en el terreno del autorretrato, hasta que el Museo Picasso abrió las puertas de esta exposición. Se ve que a Picasso la afición le duró toda la vida, desde que era un tierno gorrión de dieciséis años que quería viajar a París hasta unas semanas antes de su muerte. No se la pierdan.

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L'ànima examinada

L'ànima examinada

Y ahora la rareza de la temporada, el monumento multidisciplinario que Samuel Labadie ha hecho en el Espacio 13 de la Fundació Miró. Si lo llamo rareza es, de entrada, porque lo primero que encontrarán en esta exposición es una francesita cauta recitando escabrosas proclamas de 'La carroña' de Baudelaire, escoltada por un hombre robusto como un armario que va enumerando las partes del cuerpo humano como si fueran las tablas de multiplicar. Dice que se inspiró en 'Las memorias de un enfermo de nervios' de Daniel Paul Schreber, pero yo sospecho que también hay algo de locura personal.

Tàpies. Des de l'interior

Tàpies. Des de l'interior

Recuerdo, con particular impacto, el día en que entré en el despacho de Gómez de la Serna, un templo de antigua bohemia donde las mujeres de Modigliani se amontonaban en un 'collage' gigantesco que cubría toda la pared. Recuerdo, también con emoción, el día en que entré en el taller de Brancusi en París, lleno de cepillos, cinceles y piedras a medio pulir. Y recuerdo la caja de pinturas abarrotada de tubos de aceite que aparece en todas las fotos del estudio de Bacon, el más mítico de todos. Ahora os toca a vosotros. Id al MNAC, y déjense impresionar por la colección de obras que Antoni Tàpies guardaba en sus dependencias personales. Algunas de ellas nunca habían visto la luz del sol.

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Art, dos punts

Art, dos punts

Ésta es como el camino de Santiago: no se acaba nunca. Hasta el punto de que la han tenido que dividir en dos museos: tres plantas del MACBA y una del CaixaForum, en un recorrido que va desde las primeras vanguardias hasta la psicodelia de los años 80, pasando por el arte de la posguerra, Brossa, Rabascall y la Grau. Si tenéis vacaciones largas y mucho tiempo libre, divididla en etapas, una para cada día, y os puedo garantizar un agosto muy instructivo. Os tendremos ocupados hasta septiembre.

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