'El tiempo también pinta. Goya lo dijo muchos años antes de que yo tuviese el uso de razón suficiente como para no querer contadecirle. En 'Prórrogas' hay algo de eso, del tiempo que oxida, contrae, dobla y amasa la realidad hasta transformarla en carne de arcén de carretera'. Esto es lo que dice Julián García Hernández de su última exposición en Puntoarte, una nueva muestra de su universo con cuadros llenos de chapas, latas, telas y maderas.