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[title]¿Es posible enviar mensajes desde el futuro? Ronald Mallett, un reconocido científico norteamericano, asegura que puede hacerlo a partir de las teorías de Einstein. Y la artista Lina Persson, que investiga la frontera existente entre ciencia, tecnología y arte contemporáneo, muestra una representación de la máquina del tiempo que dice que puede construir Mallett-y no, no es un DeLorean-y una serie de documentos que plantean los interrogantes sobre los viajes temporales. De esta forma construye un espacio idóneo para la llegada, en su caso, de una señal del futuro.
No es broma. El arte sueco tiene múltiples caras y algunas de ellas se pueden descubrir en la exposición coral 'Síndrome. Contexto, modos y estructura'. Formas actuales de producción artística en Estocolmo, que pretende aproximar el arte de esta sociedad del bienestar a una realidad, la nuestra, donde los derechos sociales y culturales se desmenuzan a la velocidad de la luz. No se trata de crear un mapa del arte made in Suecia, sino "de observar otros lugares, maneras de hacer y ritmos; ver cómo funcionan las cosas en otras latitudes puede ser algo útil", dice el comisario Marti Manen desde Estocolmo.
El país escandinavo se percibe, desde aquí, como un hábitat tranquilo, un lugar adecuado y plácido para los creadores. Manen, que recomienda artistas de Barcelona para IASP (Centro para la Internacionalización del Arte Local) y hace el viaje a la inversa invitando a comisarios suecos a la capital catalana de la mano del Institut Ramon Llull, resalta que "el sistema artístico está muy establecido en Estocolmo, quizás, sin embargo, el nivel de institucionalización es excesivamente alto y deja poco margen a las propuestas independientes".
En Síndrome se presentan las entrevistas de algunas responsables de las principales instituciones artísticas de la ciudad que explican cómo funciona el contexto creativo allí y que preparan al visitante y sirven de puerta de entrada a los trabajos recién llegados del país nórdico, como el documental feminista 'Sisters!' de Petra Bauer, la propuesta de videoarte 'The Cabinet' de Asa Cederqvist, donde se enfocan desde diferentes escenas cargadas de poesía y simbolismo las múltiples apariencias del barro, o la instalación a modo de cortina que muestra un escenario doméstico que no cuadra y hay que esconder en un espacio de exhibición, de Carl Palm.
"La voluntad -apunta Manen- no es que veas o entiendas un lugar, sino que tengas conciencia de cómo se estructura para ver si esto afecta a la creación". El proyecto Síndrome se completa fuera de La Capella, con encuentros entre artistas y agentes culturales de aquí y de allá. Para Manen "es importante para todos ver que hay alguien lejos físicamente que utiliza el mismo lenguaje artístico o que toca temas y maneras de hacer similares".
'Síndrome' es, además, un homenaje y un juego de palabras que hace referencia a la exposición 'The Stockholm Syndrome', de finales del siglo pasado, donde se explicaba el secuestro en un banco de la capital sueca que dio nombre al conocido síndrome de Estocolmo. "Creo que hablar de síndrome hoy puede ser productivo -afirma el comisario-. Estamos en un sistema enfermo y hay que detectar los síntomas de la forma que sea y la comparación entre realidades es una de ellas".