La Tieta es apenas una barra de mármol repleta de buenos vinos, botellas de vermut y uno de esos lugares donde tiran bien la caña, además con una terraza encantadora. En la carta de vinos no encontraréis nada clásico, se enamoran de un vino mallorquín y la semana siguiente pierden la cabeza por un vino gallego.
Este buen hacer lo aplican también a la comida; sin hacer experimentos extraños, pero con creatividad, preparan cocina buena de toda la vida, muy bien hecha. Id a punto siempre para probar cosas buenas: como por ejemplo, caldo y pincho-taza de caldo y una brocheta con el cocido! - o una caballa escabechada con cítricos, así como conservas fenomenales. Dejaos sorprender por platillos como la ternera guisada con turrón de Jijona, o unas deliciosas migas con sobrasada y brie. También disponen de cócteles clásicos y hechos con solvencia.