Chantal Akerman. Bélgica-Francia, 1975. VOSC. 201'.
Este film, de más de tres horas, es una de las obras más explícitamente reivindicativas y polémicas en cuanto a la representación de las mujeres en el cine. Conjuga de una manera minimalista, sin movimientos de cámara y con poco sonido y planos fijos, los gestos mecánicos de un ama de casa, en un ejercicio magistral de representación de la alienación del trabajo doméstico y de descripción del espacio en un contexto cotidiano. Este film se suele considerar la obra maestra de Akerman.