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Cristian Mungiu

La historia según Cristian Mungiu

La Filmoteca y el D'A le dedican un ciclo a la Nueva Ola Rumana

Escrito por
Time Out Barcelona Editors
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El 2006 fue un gran año para el cine rumano. Catalin Mitulescu y Radu Muntean estrenaban título en la cartelera internacional. 'California dreamin'', de Cristian Nemescu, estaba en pleno rodaje, y Mungiu acababa el guión de '4 meses, 3 semanas y 2 días'. Aquel año es empezó a hablar de la Nueva Ola Rumana. Ahora, la Filmoteca de Catalunya le dedica un ciclo a este excepcional movimiento cinematográfico.

¿Está de acuerdo? ¿El 2006 fue fundamental?

Para el mundo sí, pero todo había arrancado un poco antes. El 2000 fue nuestro año cero. No produjimos ninguna película nueva. Y al año siguiente, no sé por qué, empezamos a aparecer en masa en los programas de Canes.

De hecho, 'Occidente', tu primer largo, es del 2002. ¿Qué tiene de generacional?

Yo siempre había abogado por hacer las cosas desde casa, para intentar mejorar la sociedad desde dentro. Un día descubrí que tenía 30 años y que mis amigos se habían marchado del país. Todo el mundo había perdido la esperanza que Rumania pudiera evolucionar.

Y así nació la película.
No lo traté desde la experiencia de la emigración, nunca la tuve, sino desde la desintegración de una comunidad. Aunque el pánico del comunismo es más de los tiempos de mis padres, algo nos quedó. Cuando rodé '4 meses, 3 semanas y 2 días' pensaba en cómo debía ser vivir en el año 1967, cuando Ceausescu prohibió los abortos.

¿Cómo os marcó la caída de Ceausescu?
Todos tenemos una particular atracción por cierto tipos de realismos, y procuramos que el espectador tenga un papel de testigo directo, sin imponerle nuestras conclusiones. Hay algo que nos hermana: el rechazo hacia un cine rumano de los 80, totalmente antinatural, que parecía teatro filmado.

Hablando de cuestiones generacionales, ¿qué fue 'Stories of the golden age'?
Un tributo a la nostalgia que los de mi quinta tenían hacia su juventud. Empecé haciendo una serie de historias cortas para la televisión y se convirtió en un film de episodios. Pero las primeras reacciones que recibió el guión, todas de los actores que quería fichar, me desmontaron.

¿En qué sentido?
Me di cuenta que nosotros, hijos del 68, habíamos idealizado los 25 años de dictadura. Todos los niños adoran su mundo. Pero no había sido una época feliz para nadie más, así que lo dejé de lado, y escribí '4 meses, 3 semanas y 2 días', que también hablaba de aquel periodo, y de una manera más rigurosa. Después de su éxito, decidí retoma la idea bajo el concepto de un proyecto ómnibus, e invité a unos cuanto directores a participar.

A principio de los 90 eras periodista. ¿Hasta qué punto te mantienes en este oficio?

Empecé en el 1987 en la prensa estudiantil. En diciembre del 89, cuando el régimen se colapsó, pasamos de una publicación trimestral a diaria. Fue un proyecto muy romántico, y nos permitió estar al pie del cañón en un momento ardiente. No duró demasiado, por desgracia. Pero aprendí a describir la realidad de una forma muy concisa, sin retórica. Esto se notó en la 'Stories'.

¿Por qué?

La idea final fue transformar una serie de leyendas urbanas en pequeñas ficciones. Mi preferida es de los caballitos, aunque en realidad tuvo un final más trágico: algunas personas intentaron saltar y murieron. En la vida real no hubo investigación. Se asumió que unos cuantos borrachos se había subido a una atracción de feria sin pensar en quién la detendría.

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