"Historias hechas sin pretensiones, con el corazón, con las entrañas, y, si me lo permitís, con los genitales... con todo menos con la cabeza": así define Richard Royuela los (nada menos que) quince años de trayectoria de Nasty Mondays, este milagro de fiesta celebrada en lunes que vive su primera década y media con mejor salud que nunca.
El sarao, que según Royuela "ha normalizado la fiesta en el día más feo de la semana", nació de la mano de Mad Max y Sören en Fonfone y ha crecido y arraigado en Apolo, hasta el punto de convertirse en uno de los buques insignia de esta sala de fiestas y de toda Barcelona, desde donde ha contagiado su espíritu canalla a ciudades de todo el mundo, como Nueva York o Moscú.
Este 9 de marzo, pues, no será un lunes cualquiera: Nasty Mondays celebra sus primeros quince años de vida y lo hará a ritmo de swing, en una fiesta que dará un salto al pasado, cuando el género triunfaba en Estados Unidos. Los protagonistas de la noche, además de sus fundadores, serán el tap y Louis Prima.
Larga vida a los lunes, si terminan así!