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Empezaron como un negocio que se dedicaba a la producción de alimentos vegetales naturales y biológicos y desde hace poco tienen dos restaurantes en la capital. Así, la cosa comienza en el campo, pasa por el obrador y acaba en el restarante (el 75 % de la materia primera proviene de un huerto ecològico del Montseny). Por unos 20 euros podréis degustar abundantes platos sabrosos e imaginativos, algunos de ellos veganos. Y para postre, pedid uno de los pasteles que exponen en la barra: irresistibles. Buen menú de mediodia muy asequible.