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Rugbi Subaquàtic
© Carlota Martí

Rugby subacuático en Barcelona

Nos zambullimos en el agua, abrimos pulmones y entrenamos con los Barcelona Rugby Subaquàtic

Escrito por
Carlota Martí
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Aletas, máscara, tubo, gorro, bañador... ¿jugamos a rugby? ¿Eing? ¡En la piscina! Poned el cuerpo en remojo e invocad a los dioses del agua porque si decís sí al rugby subacuático os tocará moveros como si fuerais tritones y sirenas y ser ágiles, fuertes, rápidos y dominar... ¡la apnea! Nacido en los años 60, su nacionalidad de origen es como la de Cristóbal Colón: un misterio. Se la disputan Alemania, Colombia y los países escandinavos. Eso sí, si en un principio se acercaba más al voleibol -con una red en medio de la piscina-, ahora es una mezcla de muchas disciplinas. 'Del rugby tiene el tercer tiempo y el contacto, todo el mundo puede coger a quien tenga la pelota!', nos dice Aida Peiró, jugadora de Barcelona Rugby Subaquàtic.

En tres dimensiones

¿Os hacemos un resumen? El terreno de juego es un poco más pequeño que media piscina olímpica, tiene entre 3,5 y 5 metros de profundidad y se colocan dos porterías en cada extremo y bajo el agua. Metálicas, similares a unas cestas de baloncesto, se les pone peso dentro para que aguanten justo en el fondo. ¿Hablamos de los partidos? Es un seis contra seis, con dos jugadores por posición y el objetivo es hacer gol. 'Hay un relevo constante entre jugadores. Tenemos un portero, un guarda -una especie de defensa- y un atacante por equipo. Juegan tres bajo el agua durante unos 10-15 segundos y, mientras tanto, los otros hacen unas 4 respiraciones para tomar aire y, una vez hechas, sustituyen al compañero', nos explican. Lo habéis entendido, ¿verdad? Se juega en apnea y el motor son nuestros pulmones, ¡nada de bombonas de aire! La clave está en hacer rotaciones rápidas entre los que juegan y los que descansan. ¿Y la pelota? ¡Pesa 3 kilos y medio! No os asustéis, tiene una solución salina que hace que se hunda y, dentro del agua, parece mucho más ligera. 'Además jugamos en tres dimensiones, la pelota puede venir de arriba, de abajo, desde la derecha o desde la izquierda'.
© Carlota Martí

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¡Al agua!

Sólo con chanclas -no tenemos ni bañador, somos de bikini-, nos zambullimos, literalmente, en un entrenamiento de los Barcelona Rugby Subaquàtic, el único equipo de la ciudad y el tercero del estado. Entre Aida y Giovanna nos visten para la ocasión y una vez en la piscina hacemos caso a Carlos, jugador y técnico: 'Dividimos el entrenamiento en tres partes donde trabajamos: físico -apnea, resistencia, fuerza y ​​velocidad-, técnica de rugby y partido. Para practicar se debe jugar y si no se juega no es tan entretenido'.
Como bebés acuáticos que somos empezamos por el principio. ¡Vamos! Nos pegamos a Albert que nos dice "toca abrir pulmones" y, esto se traduce en nadar piscinas a crol. Primero respiramos cada dos brazadas, luego cada cuatro y, finalmente, cada seis. Lo confesamos: hacemos alguna menos y acabamos con la lengua fuera sin acostumbrarnos todavía a las gafas y el tubo y queriendo, eso sí, mucho, a las aletas. También, nos hace un resumen rápido de cómo zambullirnos, dando un golpe de riñón y dejando los pies para el final. A la hora de bucear lo mejor es unir manos y mover todo el cuerpo como si fuéramos una ola. Ya os lo decimos ahora, no nos sale, desatamos las manos por inercia. Mientras tanto, los compañeros combinan sentadillas y flexiones con piscinas, bajan hasta el fondo, tocan la pared, aguantan unos segundos y vuelven respirando y nadando por encima del agua. Nosotros vamos con Eli que nos hace un máster de cómo colocarnos cuando nos toque hacer de portero: "Ponemos la espalda sobre la cesta y hacemos fuerza con las piernas para mantenernos tapando la portería. Está prohibido cogerse a ella pero, bueno, como es el primer día ... cógete". ¡Sshhhh!

Ahora que ya nos ha salido alguna escama nos ponemos en parejas - gracias Eli, gracias Alejo- y practicamos acciones de juego. Atacamos dos y defendemos dos y el objetivo es hacer o evitar el gol. Es sólo la previa de lo que vendrá: el partido -así termina cada entrenamiento-. ¡La hora de la verdad! Y, virgen santa, ¿cómo bajan tan rápido y tan abajo? Desde fuera, parece que hagan una danza silenciosa bajo el agua siguiendo con tozudez la pelota. Entre tubo y gafas es imposible hablar así que se comunican con ojos, gestos... 'la complicidad es básica'. Eso sí, nosotros no sabemos si coger o no al contrario, perdemos la pelota de vista, no nos acordamos de quién era de nuestro equipo y aguantamos poco más de tres segundos en el agua. 'Es psicológico, realmente podrías estar más tiempo. Es lo que más me gusta del rugby que haces cosas por tu compañero, por el equipo. Sabes que si subes lo dejas solo y haces un esfuerzo para quedarte con él y ayudarle', dice Aida.
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© Carlota Martí

Equipos y competiciones

Los Barcelona Rugby Subacuático nacieron de la mano de Giovanna y otros jóvenes colombianos que habían probado la fórmula en su país. Entrenan tres días a la semana en las Piscinas Picornell y aunque algunos vienen del waterpolo o de la natación aseguran que sólo hay que saber nadar para formar parte del equipo. 'Hemos hecho una liga interna -'La Liga Truchas'- en la que jugamos los unos contra los otros. También se ha puesto en marcha la Trinations, una competición en la que participamos equipos de Suiza, Italia y España. Tiene tres citas y la tercera será el 9 de Julio en Barcelona. Además, organizamos la Barcelona Cup el 6 de Agosto, participamos en la Copa de España y, si nos clasificamos, en la Champions', nos explica Carlos. Algunos de los jugadores del equipo ya van con la selección, habitualmente, en los torneos hay categoría mixta y femenina y las potencias mundiales del rugby sub se sitúan en Colombia o los países escandinavos.
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Buen ambiente

'Cuando nació hace 10 años no éramos ni seis y ahora, en los entrenamientos la media es de 10. Llegar hasta aquí ha costado mucho esfuerzo y mucha dedicación. Somos un deporte minoritario y todo nos lo pagamos nosotros. El ambiente, sin embargo, es cojonudo -¡damos fe!-. La gente que juega tiene ganas de probar cosas nuevas -si no, no jugarían a rugby- y todo el mundo es muy abierto', dicen Gio y Albert.
Salimos del agua, 'los viernes siempre tomamos algo juntos' y guardamos el equipo en la mochila. En una especialmente pensada para los jugadores de rugby: alargada, con un espacio ideado para alojar aletas, gafas y tubo. Agua, deporte, contacto y buen rollo. Es rugby subacuático. ¡Chop, chop!
© Carlota Martí

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¿Dónde jugar?

Con los Barcelona Rugby Subaquàtic
Piscines Bernat Picornell.
Av. De l’Estadi, 30. Montjuïc
Entrenamientos: Lunes, miércoles y viernes. De 21.30 a 23 h.
info@barcelonarugbysub.net
http://barcelonarugbysub.net/
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