1. Ver gigantes milenarios de piedra


Uno de los grandes reclamos de la exposición Cerdeña: la isla megalítica es, sin duda, la presencia de uno de los colosales gigantes de piedra de Mont’e Prama. Con más de dos metros de altura, estas esculturas megalíticas han desconcertado y maravillado a arqueólogos y visitantes desde su descubrimiento en 1974 en la localidad de Cabras, en la costa oeste de Cerdeña. La figura que preside la muestra en el MAC, conocida como Il pugilatore (el boxeador), es una de las piezas más icónicas del conjunto, representando a un personaje que transmite fuerza y solemnidad.
Los gigantes, datados entre los siglos X y VIII a. C., se han interpretado de múltiples maneras: algunos investigadores creen que podrían ser retratos idealizados de los guerreros enterrados en la necrópolis cercana, mientras que otros proponen que representan antepasados heroizados o incluso divinidades protectoras del linaje. Aún hoy, su significado profundo sigue siendo motivo de debate.
Es la primera vez que uno de estos gigantes sale del territorio italiano en una exposición itinerante internacional. Ver Il pugilatore en el corazón de Barcelona es, por tanto, una oportunidad única e irrepetible. Más allá de su valor artístico y arqueológico, su presencia invita a imaginar una sociedad que, hace tres milenios, ya construía memorias de piedra para eternizar sus mitos y rituales.