6 motivos para descubrir la Cerdeña megalítica en el MAC

El Museu d'Arqueologia de Catalunya da respuesta a algunos de los enigmas de la prehistoria de la isla de Cerdeña. Presenta la singular civilización nurágica en una exposición que se verá por primera vez en Cataluña. ¿Intrigados? ¡Os lo contamos!
Time Out en colaboración con Museu d'Arqueologia de Catalunya
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La cultura nurágica es una de las más antiguas y misteriosas de la historia de Italia. Se desarrolló hace miles de años en Cerdeña, la segunda isla más grande del Mediterráneo, un paraíso natural con playas de postal y una vegetación exótica que embriaga los sentidos. Si alguna vez habéis soñado con visitar este lugar fascinante, ahora tenéis una oportunidad única de hacerlo sin salir de Barcelona.

Hasta el 2 de noviembre, el Museu d’Arqueologia de Catalunya (MAC) acoge la muestra Cerdeña. La isla megalítica, un viaje apasionante a través de la historia de esta civilización prehistórica y de los enigmas que aún hoy siguen cautivando a arqueólogos y estudiosos de todo el mundo. ¡Podéis conseguir aquí las entradas!

Cerdeña, por su posición estratégica en el corazón del Mediterráneo, ha sido históricamente un punto de encuentro de pueblos y culturas. Los vestigios hallados allí –desde templos hasta esculturas monumentales– son tan intrigantes como bellos, y han sido objeto de estudio y especulación durante décadas.

La exposición presenta piezas arqueológicas extraordinarias procedentes de varios museos de la isla, como estatuillas neolíticas de la diosa madre, figuras de bronce que representan antiguos habitantes nurágicos o incluso uno de los enigmáticos gigantes de Mont’e Prama (850-750 a. C.), considerados por muchos como las primeras esculturas exentas del Mediterráneo occidental.

Además de las piezas originales, la experiencia se completa con maquetas y recreaciones en 3D que os permitirán descubrir paisajes, rituales y espacios arquitectónicos propios de esta cultura milenaria. Promovida por la Fundación Mont’e Prama y con el apoyo de numerosas instituciones italianas, esta es la primera vez que esta colección llega a Cataluña. Una ocasión excepcional que convierte Barcelona en un centro de descubrimiento histórico y cultural durante unos meses. ¿Os la vais a perder? ¡Os contamos punto por punto seis razones de peso para ir a verla!

1. Ver gigantes milenarios de piedra

Uno de los grandes reclamos de la exposición Cerdeña: la isla megalítica es, sin duda, la presencia de uno de los colosales gigantes de piedra de Mont’e Prama. Con más de dos metros de altura, estas esculturas megalíticas han desconcertado y maravillado a arqueólogos y visitantes desde su descubrimiento en 1974 en la localidad de Cabras, en la costa oeste de Cerdeña. La figura que preside la muestra en el MAC, conocida como Il pugilatore (el boxeador), es una de las piezas más icónicas del conjunto, representando a un personaje que transmite fuerza y solemnidad.

Los gigantes, datados entre los siglos X y VIII a. C., se han interpretado de múltiples maneras: algunos investigadores creen que podrían ser retratos idealizados de los guerreros enterrados en la necrópolis cercana, mientras que otros proponen que representan antepasados heroizados o incluso divinidades protectoras del linaje. Aún hoy, su significado profundo sigue siendo motivo de debate.

Es la primera vez que uno de estos gigantes sale del territorio italiano en una exposición itinerante internacional. Ver Il pugilatore en el corazón de Barcelona es, por tanto, una oportunidad única e irrepetible. Más allá de su valor artístico y arqueológico, su presencia invita a imaginar una sociedad que, hace tres milenios, ya construía memorias de piedra para eternizar sus mitos y rituales.

2. Nuragas: una maravilla arquitectónica sin equivalente

Los nuragas son el elemento más emblemático y distintivo de la cultura nurágica, y constituyen un auténtico misterio arqueológico. En Cerdeña se han identificado más de 7.000, repartidos por toda la isla como testigos del ingenio y la potencia simbólica de esta civilización. Son torres troncocónicas hechas con grandes bloques de piedra colocados en seco, que llegan a tener varias plantas y una complejidad arquitectónica que impresiona aún hoy.

Construidos entre los siglos XVIII y XI a. C., estos monumentos servían como fortificaciones, lugares de vivienda, espacios rituales o símbolos de poder territorial. La exposición del MAC ofrece una inmersión fascinante en este universo arquitectónico único a través de maquetas, reconstrucciones en 3D y objetos relacionados con los asentamientos que crecían a su alrededor. De este modo, el visitante puede visualizar no solo la estructura de los nuragas sino también la vida que se desarrollaba a su alrededor.

Los nuragas no tienen paralelo en ninguna otra cultura del mundo antiguo, y siguen planteando preguntas: ¿por qué esta forma? ¿Qué función predominante tenían? ¿Eran solo torres de vigilancia o también templos, palacios o lugares de reunión? ¡Seguro que a vosotros también os despierta muchos interrogantes!

3. Una civilización sin escritura que habla con arte

Una de las particularidades más intrigantes de la civilización nurágica es que no dejó ningún tipo de escritura. Todo lo que sabemos de ellos proviene de sus construcciones, de los objetos rituales y de las esculturas que han llegado hasta nosotros. Esta ausencia de textos escritos convierte el arte, la arquitectura y el simbolismo en los únicos canales para acceder a su mundo: una cultura que se comunica a través de formas, materiales y gestos petrificados en el tiempo.

La muestra Cerdeña: la isla megalítica en el MAC pone especial énfasis en esta transmisión no textual del conocimiento y la memoria. A través de más de 200 piezas originales, procedentes de museos de toda la isla, el visitante puede establecer un diálogo directo con las creencias, los rituales y los valores de una sociedad que supo transmitir su legado sin palabras escritas. Desde estatuillas femeninas que evocan el culto a la diosa madre, hasta embarcaciones en miniatura cargadas de simbolismo ritual, todo nos habla de un pueblo profundamente conectado con la naturaleza, el ciclo vital y las fuerzas del universo.

La capacidad expresiva de la cultura nurágica se hace patente en cada pieza expuesta: detalles anatómicos, actitudes rituales, iconografías repetidas y formas arquitectónicas que revelan una cosmovisión compartida.

4. Santuarios prehistóricos dedicados al culto del agua

El agua es fuente de vida: de ella nacen los primeros microorganismos. Y no solo eso, un claro ejemplo de la importancia del agua, que todos recordaremos, lo encontramos en la civilización egipcia, que se instaló junto al río Nilo y de él dependía la supervivencia de sus habitantes.

La civilización nurágica también era consciente del poder del agua, considerada un elemento sagrado y fuente de vida. Esta espiritualidad se manifiesta de forma especialmente poderosa en los santuarios de época nurágica, espacios de culto que proliferaron a partir del siglo XIV a. C. y que alcanzaron su máximo esplendor durante la Edad del Hierro. En estos lugares, el agua no solo era un recurso vital, sino también un canal de comunicación con el mundo divino.

La exposición permite descubrir este universo simbólico a través de recreaciones arquitectónicas, audiovisuales y piezas originales procedentes de santuarios como el de Santa Cristina di Paulilatino o Su Tempiesu di Orune. Las estructuras de estos santuarios –con pozos sagrados, fuentes, altares y pilas para ofrendas– revelan un dominio técnico y una sensibilidad religiosa extraordinarias. Algunas de estas construcciones, como el pozo de Santa Cristina, muestran una perfección arquitectónica sorprendente, con escaleras que descienden hacia cámaras subterráneas cubiertas con falsa cúpula donde el agua se acumulaba como un tesoro sagrado.

Estos espacios también eran centros de encuentro social y político, donde las comunidades se reunían para celebrar ritos, compartir ofrendas y reforzar vínculos. Se han encontrado objetos rituales, figuritas de bronce y miniaturas de barcos que se depositaban como exvotos, a menudo asociados al paso de la vida a la muerte o a peticiones de fertilidad y bienestar.

5. ¡Vida, muerte i memoria!

Una de las estructuras más sorprendentes e impactantes de la cultura nurágica son las tumbas de gigantes. Estos monumentos funerarios colectivos, construidos entre el 1800 y el 1000 a. C., no solo impresionan por su monumentalidad —con cámaras sepulcrales que pueden alcanzar los 25 metros de largo—, sino también por su simbolismo y carácter comunitario. Se han documentado más de 800 tumbas de este tipo en toda Cerdeña, aunque los especialistas creen que podrían existir muchas más.

El nombre, tumbas de gigantes, proviene de su aspecto majestuoso y de las leyendas populares que atribuían su construcción a seres sobrehumanos. Pero en realidad, estas estructuras fueron concebidas como espacios de enterramiento para grupos enteros: mujeres, hombres, niños… todos sepultados juntos, en una clara expresión de igualdad y vínculo colectivo. Eran lugares donde se materializaba el recuerdo de los antepasados y se reafirmaba la identidad del grupo humano que las había erigido.

La exposición invita a reinterpretar estas tumbas a través de piezas originales, maquetas y explicaciones que combinan arqueología y antropología simbólica. Podréis comprender cómo estas estructuras evolucionaron desde dólmenes más simples hasta grandes monumentos con fachadas monumentales, espacios rituales y estelas decoradas. Su planta, vista desde el aire, recuerda a menudo una cabeza bovina, una referencia a símbolos de fertilidad o fuerza vital.

Estas tumbas no solo eran espacios de tránsito hacia el otro mundo, sino escenarios rituales activos, llenos de vida y significado. Frente a ellas se celebraban ceremonias, se dejaban ofrendas y se mantenía viva la memoria colectiva.

6. El milagro de la tecnología: viajar en el tiempo

La exposición Cerdeña: la isla megalítica no solo fascina por su contenido arqueológico, sino también por la forma en que se presenta. El soporte tecnológico juega un papel clave: maquetas digitales, proyecciones inmersivas y reconstrucciones virtuales en 3D permiten a los visitantes adentrarse en el universo nurágico de una manera completamente nueva y muy sensorial.

Gracias a estas herramientas, es posible pasear virtualmente por espacios como la ciudadela de Losa o el templo de Santa Cristina, y comprender cómo se construyeron y usaron en su época.

Con la colaboración de la Universidad de Sassari y el proyecto “NUR_WAY”, el MAC ofrece una mirada innovadora, pedagógica e inclusiva sobre este patrimonio. A través de la tecnología, es posible reconstruir lo que el tiempo ha borrado y dar voz a una civilización que nunca escribió, pero que hoy nos habla más fuerte que nunca. ¿Te apetece escucharla? ¡Consigue aquí tus entradas!

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