1. Descubrir el MNAC por caminos inesperados
Una de las funciones principales de un museo, además de exhibir y conservar obras, es lo que podríamos identificar como mediación: ser un enlace con la sociedad, invitarnos a conocer el patrimonio, entenderlo y apreciarlo. Esto implica mucho más que entusiasmarnos para hacer una visita regular: es necesario hacer otras cosas para ampliar la experiencia, y el primer eje del programa '¿Fin de semana? en el MNAC' gira en torno a las ideas de descubrimiento y aprendizaje. Cada fin de semana podréis encontrar actividades como mesas redondas, charlas o visitas guiadas con personas relacionadas con las colecciones permanentes del MNAC o con las exposiciones temporales. Por ejemplo, si hay una nueva exposición de un autor vivo, este puede ir a presentarla y explicarla mientras recorremos las salas. Este papel de mediación también se extiende a los comisarios, conservadores y otros especialistas del museo. Hay una propuesta específica que se llama ‘Una obra, 15 minuts’, una visita que incluye tres obras concretas con explicaciones detalladas, y también hay itinerarios personalizados sobre temas muy bien delimitados, como ‘Sang i fetge’. ‘Històries de màrtirs’, o ‘Qui paga, mana: mecenes i artistes’.
Además, también podéis apuntaros a la propuesta Zona restringida, una visita guiada por diferentes tesoros que están en los almacenes del museo y que no están en exhibición. Porque un museo no es solo lo que se ve, sino lo que no se ve... hasta que se tiene la oportunidad de acceder a sus secretos.