Helloween son una leyenda para los fans del metal de cuarenta y muchos: esta banda de heavy metal puede que no sea un titán a nivel mundial del tamaño de Iron Maiden, pero en España siempre han sido una de las primeras espadas y uno de los nombres que más aparece en camisetas, carpetas de instituto y pegatinas. La popularidad de esta banda de Hamburgo vivió un momento álgido a finales de los ochenta, con los dos discos conceptuales 'Keeper Of The Seven Keys Part I' (1987) y 'Keeper Of The Seven Keys Part II' (1988), cabalgatas de heavy metal melódico que jugaban a dos bandas: por un lado el trallazo rotundo de himnos de melodía pop y minutaje corto como 'I want out' o 'Future world', por otro las acaloradas épicas casi operísticas de la lucha del bien contra el mal que titulaban los discos.
La marcha del icónico cantante Michael Kiske de la banda en 1993 –antes ya había hecho las maletas el guitarrista Kai Hansen– fue un pequeño trauma para muchos 'metalheads' fans de su power metal melódico, un género que como quien dice popularizaron ellos. Y esta es una noche de nostalgia con mucho fundamento: vuelven a los escenarios con una formación de lujo, encabezada por el regreso de Kiske –que se ha quedado calvo, pero mantiene un registro vocal impresionante– y el cantante que le sustituyó, Andi Deris. Y también ha vuelto a la casa grande del metal alemán Kai Hansen, después de media vida al frente de Gamma Ray. Y tienen el vigoroso disco 'Helloween' (2021) todavía calentito. Completa esta noche de dragón y unicornios y lucha contra Satán otra institución del género: los suecos Hammerfall. Ya sabéis, heavys vintage del mundo: ¡una velada para hacer como si el nu metal y el metal 90 jamás hubieran existido! ¿Pantera? Sí, rosa, por favor.