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Za!
© Jordi Castells

La geometría caótica de Za!

Nos adentramos en la madriguera del dúo de Barcelona para conocer el rock experimental con regusto latino, oriental y minimalista de ‘WANANANAI’

Escrito por
Time Out Barcelona Editors
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Lo admito: encararme con Za! me daba un poco de respeto. Su presencia escénica impone, Papa duPau (Pau Rodríguez) con la guitarra eléctrica y moviendo la larga cabellera, y Spazzfrica Ehd (Edu Pou), blandiendo las baquetas de la batería sin camiseta, en quizá el directo más potente de la escena catalana, a medio camino entre la vanguardia y el lado más primario y atávico de la música.

Visitar la casa de Papa duPau se me figuraba como entrar en la madriguera de una misteriosa bestia bicéfala capaz de escupir ráfagas de rock experimental después de meterse un festín de minimalismo, música latina, free jazz y ópera china.

Pero fuera del escenario son inofensivos, y después de un sorbo de Za!rveza me siento con fuerzas para conocer su propuesta. "No podíamos hacer una birra suavesita", dice  Edu del amargo brebaje de cebada, que venderán como merchandising en la gira de 'WANANANAI' (2013), su cuarto álbum. Eso si les queda alguna: se las meten sin piedad.

Papa duPau y Spazzfrica Ehd
Empecemos por el principio: los alias. Happy A -Alberto Alegre, exbajista del grupo- llegó un día al local de Za! haciendo figuritas para Wu-Tang Clan, y propuso emularlos en lo que se refiere a los nombres de guerra.

Spazzfrica es un híbrido entre el grup hardcore Spazz, el cantante tiene una voz "entre gutural y nasal -dice Pau-, Edu lo imita súper bien", y King África, intérprete con cualidades vocales similares.

"Yo me puse Papa duPau porque hago las mejores patatas fritas de esta parte de Europa", dice orgulloso. ¿El secreto? "Que sean irregulares". Y con una patata frita como metáfora empiezo a entender también el secreto del dúo: "A la hora de hacer las cosas, dentro de una constante, la irregularidad es lo que hace que una cosa sea genuina".

Un pastiche recubierto de simetría
"Nos flipa el rollo geométrico y matemático", dice Ehd. Pero el azar también juega un papel importante en la fórmula Za! Tomad la foto que ilustra este texto (y la galleta del CD de WANANANAI). El dúo tuvo la genial idea de escribir los nombres de las canciones del disco con sus cuerpos vistos de lejos: la O, por ejemplo, son ellos dos arqueando el cuerpo hacia adelante, uno le coge los pies al otro. La foto que podéis ver es el resultado de superponer éste delirante abecedario.

"Nunca tenemos una idea clara -explica duPau-. Vamos medio perdidos y, de repente, de un pastiche de cosas, lo recubrimos de simetría sonora, visual o conceptual, y le damos un sentido. Me estoy imaginando dos contenedores, con basura dentro. Si los pones uno delante del otro, es otra cosa". "O coges el contenedor y lo multiplicas por 10.000", añade Spazzfrica Ehd. Como en la portada del disco, que multiplica naranjas.

Hacer ruido de golpe
"Una cosa que me ha marcado a la hora de hacer música es poder detener el ruido de golpe y poder volver a hacerlo, también de golpe", dice Pau, otra metáfora de cómo funciona la mente bífida de Za!, porque sus ideas también llegan de golpe.

"A menudo vamos haciendo cosas sin pensarlas demasiado y una vez hechas encuentran el sentido", dice Edu. Como cuando el hecho que WANANANAI tenga un lado negro y oriental se materializó en dos vinilos: Sabrosura y Lujo asiático. La idea les vino volviendo de grabar, escuchando el nuevo disco en el coche. "De repente, todo tenía mucho sentido".

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