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Me and the Bees
Txema Yeste

La luz infinita de Me and the Bees

El ‘power trío’ presenta este viernes su tercer álbum, ‘Menos mal’, un tratado de pop instantáneo.

Escrito por
Jordi Garrigós
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No seré yo quien niegue los efectos del cambio climático, una de las tragedias más grandes de nuestra era, pero hay una parte de este cielo tan azul que tenemos en Barcelona que, por fuerza, tenemos que relacionar con la aparición del nuevo elepé de Me and the Bees, uno de los grupos más luminosos que puedes cruzarte por la ciudad. Con 'Menos mal' (2017), tercer trabajo del 'power trío', la banda reparte pop de combustión perfecta: temas cortos, estructuras sencillas y estribillos majestuosos.

“Con cuatro acordes y una melodía ya puedes hacer una buena canción, pero las ganadoras son las que no puedes sacarte de la cabeza”, asegura Carlos Leoz, guitarrista de la banda. Y siguiendo esta máxima, de su nuevo álbum brotan artefactos de colores, como flores de primavera, ideales para silbar a la cola del supermercado: 'True Bypass', '21, 31, 45, 69', 'Donde ferio' y 'Desire', una compilación de canciones redondas, llenas de armonías y un aroma que hace pensar en la música de los años 60.

Pronto de hacer diez años como grupo, las virtudes de Me and the Bees van más allá de sus discos, es la energía que transmiten. Seguramente conocéis la expresión americana de “tener flow”: ellos lo tienen, y con una sonrisa permanente dibujada al rostro, arriba y abajo del escenario: “Antes de que músicos somos amigos y esto se tendría que notar, además todo el mundo que colabora en los discos, sube a tocar a los conciertos o vende material a las paradetes... por nosotros es cómo si fueran miembros de la banda”, explica Esther Margarit, bajo y voz; completa la formación la batería Verónica Alonso. 'Menos mal' está impregnado de estos amigos imprescindibles: de Joan Colomo y Dalmau Boada, que hacen de productores (“ aportan magia”, cree Leoz), de los arreglos instrumentales y vocales de Guillem Caballero (Matagalls) e Inés Martínez de Albornoz (Las Kiwis). “Son personas que nos han acompañado desde el principio”, asegura la vocalista.

A parte de las manos ajenas que han participado en el proceso de creación de 'Menos mal', lo cierto es que el trío de Barcelona cada vez toca más y mejor. Se notan “las horas de vuelo”, como dice el guitarrista: “Hemos trabajado mucho en el local, ya no somos el grupo amateur del principio”. Acabamos hablando del rol de la mujer en un grupo donde son mayoría. Piensan que no necesitan hacer letras que reivindiquen la empoderamiento explícito: “Queremos que las chicas hagan cosas relacionadas con música; tocar, pinchar, escribir, lo que sea”

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