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Antònia Font
© Scott Chasserot

Próxima parada, Antònia Font

Los mallorquines presentan nuevo disco en el Primavera Sound

Escrito por
Time Out Barcelona Editors
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A Pau Debon se le ve contento. La causa inmediata es que acabamos de comer en un restaurante thai que le ha gustado lo suficiente como para darle envidia a su mujer. "Desde que ha dado a luz -hace seis meses, explica- no tenemos tiempo de salir a comer o a cenar porque el niño es un demonio, no se duerme solo, siempre quiere estar en brazos". Pero seguro que el buen humor del cantante de Antònia Font está relacionado con el que acaban de parir él y sus compañeros, 'Vostè és aquí', el octavo disco de los mallorquines, que llega sólo 18 meses después que su hermano mayor, 'Lamparetes' (2011).

"Lo habitual es grabar un disco, ensayar la gira y presentarlo, y los días que no tocas, descansar o hacer otras cosas. Pero en este caso, tanto Joan Miquel (Oliver, compositor y guitarra del grupo) como nosotros teníamos ganas de seguir trabajando". No hace falta que recordemos que no siempre ha sido así: después de la gira de 'Coser i cantar' (2007) se quedaron tan agotados que dejaron Antònia Font en barbecho una buena temporada. "Estuvimos parados, y cuando volvimos con 'Lamparetes' nos dio una subida de adrenalina al ver que nos había salido un disco muy bueno, que a la gente le gustaba, que los conciertos cada vez estaban más llenos y que había la posibilidad de ir a tocar fuera. Esto te da ganas de seguir y de trabajar. Los momentos que tienes libres, cuando no estás girando, no tienes ganas de ir a buscar setas, tienes ganas de hacer otro disco".

"La primera idea era sacar un disco entre discos -un disco menor, vaya-, pero no hemos sido capaces. Es inevitable llegar al máximo de perfección posible, nos gusta trabajar así, y hasta que no hemos tenido algo que nos ha gustado del todo no hemos parado, nos hemos pasado una burrada de horas". Lo que tenían claro era que querían experimentar: "No estábamos obligados a hacer un disco porque acabábamos de hacer 'Lamparetes', así que dijimos, coño, vamos a divertirnos un poco. Queríamos hacer algo nuevo, diferente, a ver si salía alguna cosa diferente". Y no salió una, no. Salieron 40.

"Una de las ideas era hacer una canción muy larga, de 45 minutos. Pero Joan Miquel se puso con la guitarra y le salían cancioncitas, canciones cortas. Y surgió la idea de hacer unas cincuenta canciones, que al final han sido 40", cuatro decenas de píldoras de minuto y medio en las que el grupo ensaya las diferentes posibilidades de sus instrumentos y la manera de utilizarlos, incluida la voz de Pau Debon. "No es un disco experimental porque son canciones, pero tiene un punto", dice el cantante, que explica que en el disco ha habido espacio para "cualquier sonido, cualquier ritmo, cualquier forma de cantar". Emular el código morse o una máquina de escribir. Utilizar ritmos de la música latina, cabalgar olas de surf. Atreverse con un falsete que ni los Bee Gees o cantar sin carraspear. En 'Vostè és aquí' todo está permitido. Y es así, según Debon, porque el formato de canción corta lo permite. "Una canción convencional cantada en falsete sería insoportable, yo no me atrevería. En cambio, en una cancioncita de minuto y medio, tiene su gracia".

El grupo no tuvo dudas artísticas, pero sí que tenía cierta preocupación por cómo el público recibiría el formato del álbum. "La expresión más utilizada en el local de ensayo era nadie entenderá nada, la gente escuchará esto y pensará que nos hemos vuelto locos". Por eso creyeron conveniente poner un mapa en la portada. "Estaba esta canción por en medio, 'Vostè és aquí', que es un icono de situación. Nos gustó como título, para situar a la gente. Y a raíz de esto la idea de hacer un mapa aclaratorio para situarse en el disco, de hacer un mapa de metro y que cada parada fuera una canción".

Los cuarenta temas se dividen en tres líneas, que es el resultado de una idea descartada de dividir el álbum en tres CD. Pero no busquéis un hilo conductor entre las canciones que podréis escuchar sin cambiar de vagón. El orden en el que aparecen es, a grandes rasgos, el orden en el que Joan Miquel Oliver las compuso, y si habéis encontrado un leitmotiv común en cada línea, es porque habéis querido encontrarlo, son desengaña Debon. "En los discos de Antònia Font las canciones siempre tienen un hilo argumental, un tema principal que se desarrolla, pero en este no". Pero no nos culpa si nos hemos roto la cabeza para llegar a la conclusión que la línea AF1 es la más sujetiva, la AF2 la más violenta y americana, y la AF3 la más balear, por ejemplo. "El formato del disco te empuja, es normal", concede. Y ellos, encantados de jugar con el oyente: "Para nosotros cojonudo, le ponemos pruebas a la gente que escucha el disco", admite. Pero los puntos de contacto entre los temas de una línea, dice, responden seguramente a la proximidad temporal entre su composición. "Joan Miquel también es persona -menos mal-, y si un día hace una canción y al día siguiente otra, es normal que se parezcan más entre ellas que con una que hizo hace dos meses".

Con la misma voluntad de probar cosas, presentan el disco con un formato de directo original que llega a Barcelona el próximo 25 de mayo, dentro del Primavera Sound. El preestreno fue a Porreres, en Mallorca, en su banco de pruebas particular. "Queríamos hacer un espectáculo diferente, y tuvimos la suerte de contar durante un mes con el teatro de Porreres, donde pudimos hacer mil pruebas, tanto de luz como de sonido, escenografía, de situación de los músicos... Pudimos ensayar la gira encima de un escenario que se parecía al de los teatros donde tocaremos. Y nos fue súper bien. Muchas veces, el cambio de pasar de un local de ensayo a un auditorio de 700 personas no tiene nada que ver. Y las dos primeras veces que lo presentas, es muy raro. Esta vez no fue así".

La innovación más importante es la inversión de la disposición de los músicos: con el cantante detrás de todo, sobre una tarima, piano y batería delante, y guitarra y bajo en el medio. "Tiene su punto", dice Debon, cuando se le pregunta cómo se siente en la fila de los mancos. "Yo siempre lo he dicho: me gustaría ir a un concierto de Antònia Font y vernos como público. Y esto es lo más cerca que podré estar: lo veo todo y lo controlo todo desde una posición privilegiada".

Ahora, lo que llama más la atención es la escenografía: una cortina de 25 bicicletas que cuelgan en el fondo del escenario y que el propio quinteto desarrolló a base de ensayo y error y -confiesa Debon- en chándal. Es la segunda referencia al velocípedo de dos ruedas vinculada con 'Vostè és aquí' después del primer sencillo del álbum, 'Per jo i tots es ciclistes'. ¿Tanto le gusta ir en bici? "A todos no, pero la mayoría sí", dice Debon, que dice que no puede practicar otro deporte porque tiene mal las rodillas. "Es un transporte que tenemos muy presente como grupo", suelta solemne.
La canción que le da título al álbum contiene un peculiar solo de piano de Jaume Manresa que repite un mensaje en código morse: Lo desciframos: dice "usted está aquí".

En la maqueta de 'Polaris' Joan Miquel Oliver subió dos octavas su voz con la ayuda de una máquina. Pau Debon lo hace a pelo, con un falsete que ni los Bee Gees.

Para conseguir la voz ronca de 'Punyeta món' Oliver proponía distorsionarla. Pero Debon tuvo suficiente con cantarla sin afinar la voz. La clavó a la primera.

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