Rusalka narra la historia de un espíritu del agua que desea tener forma humana para poder estar cerca del príncipe al que ama. Con la ayuda de su padre y de una bruja, logrará convertirse en mujer, pero deberá pagar un precio muy alto: la pérdida de la voz. El príncipe se enamora de Rusalka, pero su silencio y una frialdad aparente harán que se aleje de ella y busque el amor de otra mujer. Rusalka, tras ser rechazada por el príncipe, queda atrapada entre dos mundos —ya no es ni humana, ni espíritu del agua— y está condenada a convertirse en un ser que solo emerge de las aguas para arrastrar a los humanos hacia la muerte. El príncipe se arrepiente de su comportamiento y va en busca de Rusalka para pedirle un último beso, aunque ella le advierte que ese beso significará su muerte. Él, sin embargo, insiste y muere en los brazos de Rusalka, que, tras pedir misericordia por el alma del príncipe, desaparece en las profundidades del agua, condenada para siempre. Un final triste, la tragedia de un amor imposible.
La ópera está llena de momentos de gran belleza, donde destaca la influencia de Wagner y la presencia de melodías populares checas. Se estrenó en el Teatro Nacional de Praga en el año 1901, con un éxito rotundo, convirtiéndose rápidamente en la ópera más popular de Dvořák. El libreto fue obra de Jaroslav Kvapil, quien se inspiró en dos obras: Undine de Friedrich de la Motte-Fouqué y La sirenita de Hans Christian Andersen.
Si sentís curiosidad por esta ópera o si nunca habéis visitado el Liceu, ¡ahora es el momento! Podéis verla hasta el 7 de julio. No os perdáis especialmente la función especial Ópera entre generaciones, a precio reducido, el domingo 6 de julio de 2025, a las 18h. Una ocasión única para compartir la emoción de la ópera entre abuelos, nietos, tíos y padrinos, y reforzar vínculos a través del arte. La dirección escénica corre a cargo del alemán Christoph Loy, uno de los directores más respetados y valorados tanto por la crítica como por el público; y el maestro Josep Pons se encargará de la dirección musical. La soprano Asmik Grigorian y el tenor Piotr Beczala, dos figuras mundiales de la lírica, encabezan el reparto. Rusalka no es solo la ópera más hermosa de Dvořák, sino también una gran puerta de entrada a un mundo mágico lleno de emociones. ¡No os la perdáis!