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El MACBA presenta una nueva ordención de la colección permanente, una forma de leerla "más histórica y accesible" a todos los públicos. La primera planta del museo propone un recorrido del año 1929 a la actualidad en orden cronológico -con las fechas relevantes señaladas a lo largo del pasillo- y se articula alrededor del subtítulo 'Un siglo breve', inspirado en Eric Hobsbaw y la celeridad de los hechos ocurridos entre 1914 y 1991. Esta redistribución, en palabras del director Ferran Barenblit, hace patente la necesidad del museo de ganar espacio para mostrar el fondo de forma amplia y es que de un total de más de 5200 piezas se exhiben 194 (más 165 documentos). La propuesta no tiene fecha de final e irá mutando con el tiempo -"no es una visión definitiva", aseguran. He aquí cinco motivos en forma de obra para acercarse a la nueva muestra permanente del MACBA.
1. Un intento de abstracción
El recorrido arranca con Anni Albers, Torres-García, Calder, documentos del GATPAC provenientes del Colegio de Arquitectos y una sala dedicada a la producción gráfica y audiovisual que tuvo lugar con el estallido de la Guerra Civil. Luego pisamos una sala (la tercera) dedicada a la abstracción, de la geométrica a la matérica. Entre otras piezas, destacan los yesos preparatorios que Joan Miró realizó para sus esculturas de gran formato, piezas bastante inéditas. Su capacidad expresiva conecta con la fotografía de grafitis de Brassaï, y la pintura del grito de Josep Maria de Sucre, que evoca la angustia del hombre del siglo XX.
2. Mayo del 68
Es una fecha destacada por las revueltas que tuvieron lugar en toda Europa, pero también porque el arte de la segunda mitad del siglo XX es el auténtico protagonista de la colección del MACBA. Entre las nuevas adquisiciones destacan los carteles con los que los estudiantes empapelaron las calles de París en Mayo del 68, adquiridos en un anticuario. También sirven para apuntar la confluencia de lenguajes que tiene lugar en el mundo del arte: cómics, publicidad y medios de comunicación intercambian recursos plásticos, como pone de relieve la obra de Joan Rabascall; la propuesta estética coincide con la fuerza de los movimientos antibelicistas en contra de la Guerra de Vietnam. Así experimentaba el joven Miralda con los soldados de poliuretireno.
3. La artista en femenino
En los 70 coincidiendo con los movimientos antisistema y la efervescencia política, el feminismo gana terreno también en el mundo del arte. Es el momento de Sanja Ivekovic, Eugenia Balcells, Eulàlia Grau y Esther Ferrer. Después llegaron Guerrilla Girls, poniendo el dedo en la llaga y mostrando cifras de la presencia femenina en el mundo del arte. Su discurso se presenta en el MACBA enfrente de tres obras de Basquiat -se muestran juntas por vez– y junta a ejemplares del 'Interview' de Andy Warhol. Y aunque las Guerrilla suenen vintage, su discurso resuena más fuerte que nunca.
© Guerrilla Girls
4. La memoria en el cambio de siglo
Tras la 'fiesta' y el color de los 80, llega el gris de los 90, representada en una sala oscura con dos instalaciones: Juan Muñoz y 'The nature of visual ilusión', y Christian Boltanski, con un impactante montaje titulado 'Réserve de Suisses muertos' (1991). Hay que entrar uno por uno dentro de esta caja de la memoria, tenuemente iluminada, donde se almacenan todo de fotografías de personas desaparecidas. La muerte es cercana porque "ellos son nosotros", evoca Boltanski en una obra que no se veía hacía 10 años.
© Miquel Coll
5. El mar, el presente
Al final del recorrido, Allan Sekula, fotógrafo del mar y de cómo este ha sido subvertido por el capitalismo feroz. Él también retrató Barcelona a raíz de un encargo del Macba a diferentes artistas. Su serie dialoga con la obra 'Mar negro' (2013) de Carlos Aires, una gran alfombra hecha con madera recuperada de una patera en Cádiz. El mar sigue alimentando con historias del arte de hoy.
© Miquel Coll