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Las obras de la línea amarilla del metro de Barcelona por fin han terminado. Los trenes de la L4 vuelven a operar con normalidad después de dos meses en obras. Sin embargo, en este periodo no solo se han renovado las seis paradas del tramo principal de la L4, sino que TMB también ha restaurado la estación fantasma de Correos. La antigua parada lleva más de medio siglo completamente inutilizada, pero con las obras de la línea amarilla, se ha aprovechado para limpiarla y extraer los elementos dañados. Además, se han colocado baldosas para proteger los antiguos anuncios que decoraban las paredes de la estación.
Pese a que el espacio sigue cerrado y es completamente inaccesible, algunos usuarios del metro han colgado vídeos en las redes sociales desde dentro de los trenes donde se ve la restauración de la antigua estación. Las mejoras se notan con las nuevas baldosas de color azul que han sorprendido a los usuarios de la L4.
Sembla que durant les obres d'aquest estiu a l'L4 s'ha restaurat l'estació fantasma de Correus.
— Històries de Barcelona (@historiesdebcn) September 4, 2023
Han reposat les rajoles i han col·locat proteccions de metacrilat sobre els anuncis antics. pic.twitter.com/dJOwsdtraq
La antigua estación de Correos lleva 51 años inutilizada, muchos más de los que estuvo abierta a los usuarios, de 1934 a 1972. Aunque no hay ningún elemento patrimonial, todavía se conserva el rótulo que indicaba en nombre de la estación, donde se puede leer 'Correos'.
Más estaciones fantasma en Barcelona
La de Correos no es la única estación inutilizada. También en la L4, entre Jaime I y Urquinaona estaba la estación de Banc, que se inauguró en 1911, pero nunca llegó a funcionar por sus dimensiones reducidas. Otra parada fantasma es la de Ferran, entre la Boqueria y la calle Ferran, que sí que usaron los espectadores del Gran Teatre del Liceu.