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Abrevadero canalla de las noches más transgresoras, referencia petarda del Gòtic para veladas plurisexuales, dinamizador indomable de actividades de micro travesti, lentejuela ajada y gárgara de leche de pantera... Hermanas, estamos muy apenadas y consternadas, nos cierran el convento. El bar Sor Rita, la beneficencia de todas las descarriadas con anhelos de chica Almodóvar, bajará el telón el próximo 30 de septiembre. ¡Dramón!
La madre superiora ha publicado un calvario de comunicado en redes sociales en el que nos avisa de la penitencia: solo un mes nos queda si queremos confesar nuestros pecados nocturnos frente las vírgenes de plástico y las estampitas de papel cuché que adornan el templo.
El santoral de pluma y tacón ya tiene un nuevo mártir con esta clausura. Para ahogar nuestras penas, además, nos invitan a la despedida que tendrá forma de homilía de último aniversario el próximo domingo 29 de septiembre. Apuntad la fecha en vuestro misal andorrano.
“A veces ni las mejores intenciones ni todo el cariño que le pongas a tu trabajo pueden contra la respetable decisión de un nuevo propietario de la finca quien no desea un bar de copas bajo su futuro proyecto de viviendas”. Así reza la encíclica de cierre publicada en Facebook, un escrito que nos ha agriado las yemas de Santa Teresa.
Castas y pecadoras, ya pueden comenzar vuestras romerías de despedida. Podéis encaminar vuestros exvotos, como siempre, a la calle de la Mercè, 27, solo para plegarias vespertinas y nocturnas. La cuenta atrás para la ascensión ya ha comenzado.