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Bajo los porches del paseo Picasso, frente al parque de la Ciutadella, se encuentra el Diobar, el sótano del restaurante griego Dionisos que existe desde hace veinte años y que a lo largo de siete temporadas ha aglutinado la escena de las músicas del mundo en Barcelona. Este mes de noviembre comienza una nueva etapa que estrena reformas y mejoras del local como la caja acústica del escenario –que mejora sustancialmente el sonido– y un nuevo acceso por la calle Marquès de l'Argentera. "Empezamos con una nueva cara", dice Jordi Urpí, responsable del local junto con Christos Kafaslas.
La celebración consiste en una programación especial del 22 al 26 de noviembre (encontraréis la programación en diobarbcn.com, a medida que se vaya confirmando). Han pasado por todo tipo de dificultades, pero aseguran que el sátiro que tienen dibujado los cuida y les protege.
¿Cómo ha evolucionado la programación del Diobar en todos estos años?
Siempre hemos trabajado la escena de las músicas del mundo, pero desde el cierre de las salas Monasterio y Rocksound hemos aumentado la cantidad de conciertos de rock.
¿Continuáis teniendo días temáticos?
Los jueves tenemos el ciclo Doble o Nada, que generalmente son dos grupos de rock o pop electrónico, los viernes hay salsa (Latin Underground), los sábados son más eclécticos, con cumbia, música africana, balcánica…, y los domingos hay música brasileña (Fuzuê).
Colaboráis con frecuencia con la escena LGTBIQ+.
Sí, son propuestas que nos han ido llegando de colectivos como Las Pibas Producen, la filial de la entidad inglesa Queenz Sounds, y artistas como Las Maricarmen y Missex.
Tenéis muchos clientes habituales.
Sí, muchos lo son, lo notas incluso en los conciertos de hip hop. Estamos enfocados en la escena y el público local, aunque también traemos artistas internacionales y también se deja caer algún guiri.
Os definís como un local de base.
Sí, nos nutrimos de músicos barceloneses, aunque provengan de Asia, África, América, otros lugares de Europa… Ahora hay, por ejemplo, una escena de origen inglés en Barcelona que destaca, con grupos como Damn Mostaza o Touch. Nuestro lema es “mundos de música” y el espíritu de la ciudad está aquí.