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A partir del 20 de enero se prevé que ya no haya toque de queda en Cataluña: la portavoz del gobierno, Patrícia Plaja, ha explicado que se ha registrado una ligera mejora de los datos epidemiológicos, lo que provocaría que se fueran eliminando las medidas impuestas para frenar los contagios, empezando por el toque de queda.
Ahora bien, no se contemplan cambios más allá del levantamiento de la prohibición de salir a la calle entre la una y las seis de la madrugada y el resto de restricciones vigentes actualmente se mantendrán. Esto significa que el ocio nocturno seguirá cerrado y se seguirá limitando las reuniones a 10 personas. Tampoco variarán las medidas relativas a los aforos en el interior de la restauración, el comercio, las instalaciones deportivas y la cultura.
El toque de queda se volvió a aplicar el 23 de diciembre y ha consistido en un confinamiento nocturno de 1 a 6 h de la madrugada que sólo afectaba a los 132 municipios catalanes con más de 10.000 habitantes con una incidencia acumulada superior a los 250 casos por cada 100.000 habitantes en la última semana, entre ellos Barcelona.
Aunque la sexta ola de Covid-19 continúa, las cifras actuales dejan intuir que se está alcanzando el pico de contagios y, por tanto, sería un buen momento para empezar a relajar medidas. Tras el toque de queda, se podría acabar eliminando la prohibición de encuentros de más de 10 personas y también podría haber cambios en el uso del certificado Covid, ya que el consejero de Salud, Josep Maria Argimon, ha explicado que se ha encargado un informe para revisar la efectividad de esta medida con la nueva variante.
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