[title]
"Ves, aún hay gente buena en este mundo". Seguro que esta frase la has escuchado alguna vez, tiende a ir precedida por algún buen acto, casi milagroso, de alguna persona o grupo de personas hacía otra persona o grupo de personas. Contar este buen acto es como aplicar una pequeña dosis de reconciliación con la humanidad y el antídoto momentáneo - si, porqué siempre aparece alguna maldad que elimina el efecto - que te hace olvidar que vivimos en un mundo lleno de egoísmo e individualismo. Hemos encontrado uno de estos generosos momentos en la Rambla y entre autóctonos y un turista, uno de estos episodios que bien merecen un artículo.
Lola Flores ya nos avisó, en un tablao puedes bailar dejándote la piel pero también es un buen sitio para perder cosas, como por ejemplo, un pendiente. A la faraona le saltó uno por los aires y fue capaz de parar la actuación porqué como dijo ella, "mi trabajito me ha costado". Si aquello sucedía en el Florida Park del Retiro y quedaba para siempre en los anales de la televisión, la historia que hoy nos ocupa también sucede en uno de los tabalos más famosos de Barcelona, se trata del Tablao Flamenco Cordobes.
Este pasado verano los trabajadores del espacio dedicado al culto del flamenco encontraron una cartera con más de 3.500 dólares. La aparición de la cartera solitaria y sin propietario fue después de uno de sus espectáculos y rápidamente empezaron una investigación para dar con el despistado. Después de realizar las investigaciones oportunas se encontró al cliente: un turista asiático que embarcó en un crucero después de dejarse olvidada su cartera. La historia podría terminar aquí, no siempre es fácil dar con alguien que está a millas de ti y que seguramente ya haya perdido toda esperanza de reencontrarse con su dinero y su cartera pero, los milagros o los golpes de suerte existen. Los trabajadores del tablao no pararon hasta dar con él y finalmente este domino regresará del crucero y se reencontrará con su documentación, cartera y fortuna, la que se cuenta en dólares también.
